Harry despegó sus párpados, pero no porque su sueño se evadiera, o su cansancio se esfumara. Despertó de un salto, inflando su pecho austero con cada bocanada, que por alguna razón no terminaba de poder completar. El oxígeno era prácticamente nulo, lo que provocaba una inevitable tos. Parecía que alguna especie de fuerza sobrenatural le había agarrado del corazón y estirado de él hasta que despertó en un brinco. O al menos él lo sintió como tal cuando se encontraba analizando la escena completamente sofocado.
El oxígeno era casi imperceptible y el bailoteo de unas luces naranjas se dejaba ver tras el cristal de la puerta de aquella habitación. Todo fue más claro para Harry cuando comenzó a percatarse de que la neblina que llenaba por completo su habitación no eran sus ojos intentandose acostumbrar a la luz tras haber despertado, aquello era humo. Tomó consciencia de que el edificio estaba siendo consumido por las llamas. Harry debía salir de allí, comenzaba a notar como la falta de oxígeno adormecía sus sentidos. Debía salir antes de que perdiera la consciencia.
Se arrancó las vías incrustadas en su brazo y cubrió su nariz y boca con el primer trozo de tela que encontró. Cuando salió, observó cara a cara las furiosas lenguas de fuego destruir todo a su paso. Devorar aquel pasillo sin piedad alguna.
Se deslizó por el borde de la pared, notando como el calor abrasador tanteaba su piel. A penas rozó las llamas escurriendose entre los rincones que no ardían.
Entonces, al final del pasillo observó una figura inerte en el suelo. Pensó que era parte del edificio, que lentamente se iba derrumbando, incluso, el techo de vez en cuando desprendía un polvillo blanco que se quedaba flotando en el aire. Pero a medida que se acercaba, iba percatandose de que aquello tirado en el suelo era una persona. Comenzó a acelerar el paso cuando la figura se fue tornando más y más nítida.
-Oh mierda...
Entonces comenzó a correr. Sintiéndose cada vez más fatigado por la falta de oxígeno, los ojos arder por el humo y las partículas de polvo en la garganta y pulmones prácticamente la hacían arder al rojo vivo. No podía parar de toser con cada pisada, pero nada le detuvo.
-¡Hanna!-Gritó, intentando descartar opciones. No quería pensar en lo único que rondaba su cabeza mientras veía su cuerpo inerte tirado en el pasillo.-¡Hanna!- volvió a gritar, tan solo esperando a que reaccionara a sus llamados.
Nada le detuvo. Excepto el trozo de techo que se desprendió antes de llegar hasta ella. Lo esquivó, pero pudo haber caído en su propia cabeza. Ahí ya nadie los podría haber sacado de aquel asfixiante horno humano.
Harry se agachó para tomar su cabeza. Era como la de un muñeco de trapo, flácida y maleable a su antojo. Sus ojos estaban cerrados y su expresión mostraba absoluta paz. Sus manos estaban abiertas, palmas arriba.
Harry sentía las punzadas de su corazón taladrar desde su estómago hasta sus sienes. Y las lágrimas, que ya con anterioridad, rascaban su garganta como un alambre de espinos, como si hubiera engullido un avispero.
-No puedes hacerme esto... -Dejó escapar en voz alta. Entonces, intentó tantear con sus dedos temblorosos el pulso de Hanna desde el cuello. Mientras la cabeza de la muchacha reposaba sobre las rodillas de Harry.
No sintió nada. Entonces entró en pánico. Su cara se quedó helada. Sus ojos se abrieron por completo, completamente brillantes e inundados por las lágrimas. Sus manos temblaban en el aire, no quería tocarla. No quería estar allí no quería ver aquello. Se negaba por completo a creer en lo veía frente a sus narices.
No quería ver a su amiga muerta en el suelo. No quería hacerlo.
Sin embargo se negaba a fiarse de sus temblorosos dedos, por lo que colocó su oreja cerca de la nariz de Hanna. Mientras tanto, sus lágrimas se derramaban sobre la camiseta gris de la embarazada.

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𝚃𝚑𝚎 𝚠𝚘𝚛𝚕𝚍'𝚜 𝚗𝚘𝚝 𝚜𝚊𝚏𝚎 𝚊𝚗𝚢𝚖𝚘𝚛𝚎 ᴸᵃʳʳʸ ˢᵗʸˡⁱⁿˢᵒⁿ
FanficMamá siempre decía, "Cariño, acuéstate y deja prendida la luz. Cuando termine de redactar el informe de hoy subiré a darte el beso de buenas noches", pero aquel beso nunca llegó... Un virus arrasa con el 76,2 % de la población mundial. A diferencia...