Capítulo veintinueve

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[...]

Y se abrió mi corazón
Como una flor bajo el cielo,
Los pétalos de lujuria
Y los estambres de sueño.

Federico García Lorca.

[...]

Aquella mañana todos estaban en pie. Algunos más presentables que otros, pero todo el pelotón estaba allí. Incluso el mismo Chuck, que había perdido una amiga el día anterior. Quizás algo más que una buena amiga.

Permanecía en silencio e inmóvil en el sitio, al igual que Harry. Pues ambos debían compartir la eterna soledad que les acompañaba en aquel mundo nuevo, casi como una condena. Mientras que el resto de personas de la expedición se despedían de familiares, de personas que probablemente llorarían su pérdida, Chuck y Harry esperaban partir cuando antes. Ninguno de los dos soportaba los llantos ni los abrazos largos. Mucho menos las despedidas dramáticas.

Por otro lado, Harry observó con atención al rubito traidor. (A.k.a Niall James algo más). Le odiaba profundamente, pero algo no le terminaba de encajar. Estaba en una esquina con una cara mustia, cuando siempre solía lucir una sonrisa simpática. Tan simpática que a Harry le resultaba abrumadora. Pero lo más importante era que no vio a Hanna en ningún momento.

Aquellos dos tortolitos eran como uña y carne. Era demasiado extraño que Hanna no estuviera allí siquiera para llamarle imbécil antes de marchar.

Es por eso que se acercó al rubio. No pretendía ganarse su amistad, mucho menos que se pensara que lo había olvidado todo. No existía tierra suficiente en el mundo como para enterrar el hacha de guerra.

-¿Dónde está?-Preguntó tajante. Con una mirada altanera y el mentón alzado.

Al rubio no le dio tiempo a reaccionar. Levantó su cabeza algo asustado. Miró a Harry acercarse a través de esos ojos azules que parecían salirse de sus cuencas.

-No quiso venir a despedirse. Está demasiado enfadada conmigo.

-Sus motivos tendrá- Respondió de brazos cruzados. Parecía menospreciarle con la mirada.

-Puede que el bebé nazca el tiempo que yo esté fuera. Sé lo mucho que le aterra la situación y más si no estoy yo con ella.

-¿Y qué se supone que haces aquí?

-Después de todo lo que ha pasado, no quiero que mi hijo nazca entre paja y escombros. Visto lo visto, Jesús nació de la misma forma y su historia no terminó demasiado bien.-Niall hizo silencio después de aquella broma que no le sacó ni media sonrisa al ojiverde. Mentiría si no dijera que esperaba lo imposible, unas palabras de consuelo por parte de Harry. Pero obviamente no las recibiría -Intenté hacerla entender que solo me juego el culo en busca de medicinas, ropa, juguetes... lo que sea necesario para darle la mejor vida que pueda tener mi hijo. Pero no quiso prácticamente escucharme cuando le dije que finalmente iría a la expedición.

-Eres un hijo de puta...

-No lo hagas ver tan obvio...

-Pero te entiendo. Yo hubiera hecho lo mismo.

Entonces Niall mostró una sonrisa marchita en su rostro. Marchita, pero sincera.

-No sonrías así. Eso no te quita lo traidor.

-Gracias por la compasión. Pensaba que nadie me entendería.

-No me des las gracias. Estoy teniendo la mínima decendia y humanidad que te faltó a tí en su día.

𝚃𝚑𝚎 𝚠𝚘𝚛𝚕𝚍'𝚜 𝚗𝚘𝚝 𝚜𝚊𝚏𝚎 𝚊𝚗𝚢𝚖𝚘𝚛𝚎 ᴸᵃʳʳʸ ˢᵗʸˡⁱⁿˢᵒⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora