𝚃𝚑𝚎 𝚠𝚘𝚛𝚕𝚍'𝚜 𝚗𝚘𝚝 𝚜𝚊𝚏𝚎 𝚊𝚗𝚢𝚖𝚘𝚛𝚎 ᴸᵃʳʳʸ ˢᵗʸˡⁱⁿˢᵒⁿ

Capítulo treinta y siete

[...]

«La mentira se hace con palabras, pero también con silencios»

Adrienne Rich

[...]

—Aún no puedo creer que me besaras delante de toda esa gente.

Ese ambiente reconfortante de llegar a casa después de un viaje largo azotó sus cuerpos con una tranquilidad descomunal nada más abrir la puerta de la cabaña. Por fin un lugar se sentía como casa y realmente ninguno de los dos sabía si era por la tranquilidad que transmitía aquella cabaña o porque aquel lugar lo asociaban a ellos dos. A ellos dos en soledad, compartiendo espacio.

—No hay quien te entienda. Te molestas por decir que eres mi amigo, pero también te molestas si te beso delante de todos.

—Ey, ¿quién ha dicho que me moleste...?— Louis tiró la mochila en el suelo y se acercó despacio a Harry con una sonrisa atrevida. —te hubiera arrancado la ropa con los dientes delante de toda esa gente...

Las manos del líder fueron directas a tocar la piel del rizado por debajo de la ropa mientras sonreía atrevido cerca de sus labios.

Harry también dejó la mochila en el suelo y rodeó con sus brazos los hombros de Louis para alcanzar a besarle. El líder encajó cada una de sus manos en cada cadera del rizado, tan solo para mantener un beso más profundo.

Sin embargo, aquella fiesta no duró demasiado, pues un par de voces ajenas en su salón interrumpieron el beso.

La tranquilidad que transmitía aquella casa se esfumó en un instante, en el mismo instante en el que se percataron de que no estaban solos.

—Wo wo wo, páralo ahí antes de que nadie arranque la ropa de nadie con los dientes. — espetó una voz escondida en la oscuridad.

Los amantes se separaron al instante entre gritos de susto. Desenfundaron sus armas cuando una de las personas que ocupaban su salón encendió la luz.

Tardaron en reconocer los rostros. Hanna sonreía algo avergonzada y Niall no sabía muy bien dónde esconder su cara completamente ruborizada, Parecía un tomate. Este cargaba a su hija en brazos, que lloraba desconsolada por el susto. Era ciertamente cómica la forma en la que tapaba los ojos de su hija, si tuviera más manos, se hubiera tapado los ojos a él mismo.

—Hanna, te dije que no era buena idea.— musitó el rubio entre dientes mientras mecía a la bebé en brazos. Ver a sus amigos en estado de shock, sosteniendo un arma que les apuntaba directamente a la cabeza le puso los pelos de punta.

—Feliz cumpleaños... — murmuró la joven avergonzada, alzado sus hombros y volviéndose pequeñita debido a que no había salido demasiado bien el plan.

Tanto Harry como Louis bajaron sus armas suspirando tranquilos debido a que sus vidas no corrían peligro. Louis secó el sudor de su frente y a Harry le sobraron segundos para correr a abrazar a su amiga.

—Así que iban a arrancarte la ropa, ¿tenéis hueco para dos mas?— bromeó Hanna antes de que Harry la rodeara en un abrazo y rio sonoramente cuando el rizado la apachurró entre sus brazos a modo de venganza.

—Voy a matarte.

Louis y Niall se saludaron con otro abrazo amistoso.