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"Los caminos de la lealtad son siempre rectos". (Charles Dickens)
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Los pies de Harry tambalearon al borde de la caída.
Sus piernas temblaron antes de decidirse a saltar.
Tuvo que prepararse psicológicamente antes de poder hacerlo. Necesitaba la suficiente sangre fría como para lanzarse a la nada.
Era solo pensar en todo lo que tuvo que aguantar vivo, que su propio cuerpo le impedía hacer aquello.
Era una ironía haber tenido que luchar por su vida tanto tiempo que él mismo tendría que acabar con ella.Suspiró y se sostuvo del borde tan solo con sus talones. A penas unas cuantas piedras resbalaron y calleron al vacío, perdiéndose en la inmensidad de la caída.
Se despidió de todo lo que pudo despedirse antes de flexionar las rodillas. Suspiró y alguna que otra lágrima se deslizó por su mejilla.
Hubiera saltado.
Enserio que lo hubiera hecho.
Lo hubiera hecho si el sonido del claxon de un coche no hubiera interrumpido el momento emotivo del salto.
Harry volvió a darse la vuelta.
Era una autocaravana. Una autocaravana blanca que hacía un ruido infernal y venía de espaldas.
Llamó la atención de algunos caminantes, ya que se dieron la vuelta completamente erráticos. Desviaron su trayectoria al vehículo que comenzaba a arrollarlos marcha atrás a sangre fría.La cara de Harry era un poéma.
Varios de los muertos rascaron la autocaravana intentando entrar. Amaban todo lo que hacian ruido porque significaba que había humanos cerca y esa cosa era muy ruidosa.
Algunos de los muertos ignoraron la autocaravana porque el objetivo de merendarse al castaño era aún mayor. Estaba aún más cercano.
Pero Harry solo intentaba analizar todo lo que estaba ocurriendo.De pronto una cabeza rubia se asomó por la ventanilla.-¡Vamos capullo!, ¡Súbete!.
Harry tuvo que entrecerrar sus ojos. Forzar su vista para saber que esta no le estaba jugando una mala pasada.-Pero qué cojon...-Vió como el rubio que secuestró la noche anterior destrozaba las cabezas de los caminantes desde la ventana con un palo de hierro.
Era el jodido rubio toca cojones. Era su rubio.
Con toda aquella performance se percató algo tarde de que uno de los muertos estaba lo suficientemente cerca como para agarrarle. El caminante había agarrado con sus manos los hombros del vivo. Aunque no lo pareciera esos bichos tenían una fuerza descomunal, no dejaban de ser humanos mutantes.
La bestia acercó su cabeza intentando morder aquel cuello por puro instinto, haciendo que Harry se tambaleara hacia el abismo. Su espalda quedó completamente arqueada hacia el vacío por unos segundos.Luchó con uñas y dientes. Le habían dado una segunda oportunidad para vivir, no podía dejarla escapar.
Frunció el ceño por el esfuerzo de intentar quitar aquellas garras podridas de sus hombros y volver aferrarse a la vida.
Por suerte volvió a recuperar el equilibrio.
Dejó al perro en el suelo y apuñaló la cabeza del muerto en repetidas ocasiones mientras que de su garganta sólo podían salir gruñidos guturales llenos de cólera.
Clavó el cuchillo incluso después de que el caminante hubiera caído al suelo.
La sangre salpico todo su rostro por la rabia que contenían aquellas violentas puñaladas.
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𝚃𝚑𝚎 𝚠𝚘𝚛𝚕𝚍'𝚜 𝚗𝚘𝚝 𝚜𝚊𝚏𝚎 𝚊𝚗𝚢𝚖𝚘𝚛𝚎 ᴸᵃʳʳʸ ˢᵗʸˡⁱⁿˢᵒⁿ
Fiksi PenggemarMamá siempre decía, "Cariño, acuéstate y deja prendida la luz. Cuando termine de redactar el informe de hoy subiré a darte el beso de buenas noches", pero aquel beso nunca llegó... Un virus arrasa con el 76,2 % de la población mundial. A diferencia...