Capítulo 87

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El silencio que sumergía de a pocos la habitación se podía sentir contradictoriamente sólido, pesado. El aire se sentía nocivo por el dolor que provocaba en todos al respirarlo. Ambos incluso llegaron a esperar que Sara diera un comentario sarcástico o de odio, sin embargo, ella también trataba de organizar las piezas en su cabeza. Eso hacía que el ambiente fuera más tenso y afilado.

—¿Especifica...? —Joseph respiró con pesadez, era similar a haber corrido miles de kilómetros, le costaba respirar, pero debía clamarse, porque era de esperarse, más con la conversación que escuchó—. ¿Especifica algo... como se ejecutó o... algo así?

—Am... —Valeria repasó de nuevo, le costaba concentrarse —. Sí, pero solo un poco. La mayoría de robos fueron en farmacias y tiendas pequeñas.

—¿Qué dice la de intentó de homicidio?

—Am... dice... dice que golpeó a alguien con una botella de vidrio...

—Sí fue denunciado entonces...

—¿A qué te refieres?

—Mathew ya me había comentado de ese... déjame ver.

Valeria le dio las que ya había leído.

—La otra dice que...

—¿Otra? ¿de qué?

—Joseph, hay tres de intento de homicidio.

Joseph pasó la mano por su rostro, estaba confundido, asombrado, asustado. Tenía tantas emociones que se le dificultaba pensar, pero sabía que había una explicación, debía existir una.

Sara que había permanecido estática, les arrebató con rapidez y enojo las hojas para enrollarlas, ambos la miraron con sorpresa mientras veían como las guardaba dentro de su abrigo.

—Se nos está haciendo tarde, Silvia puede llegar en cualquier momento. Apúrate y busca que más hay.

Valeria asintió un poco perdida. Tomó su teléfono que tenía la linterna encendida y continúo buscando, metió su mano esperando alcanzar lo más lejano.

—Aquí hay algo...

—¿Te ayudo? —inquirió Sara.

—¿No se pueden quitar las otras tablas? —Quiso saber Joseph.

—No, solo esa estaba despegada, no queríamos dañar nada.

—Lo tengo —celebró Valeria sacando con dificultad lo que para ella parecía un bloque de concretó. Grande fue su sorpresa al sacarlo y descubrir los fajos de billetes en una bolsa.

—Esto es mucho dinero —rió Sara intentando abrir la bolsa.

—No lo saques, no sabemos si lo tiene asegurado con algo.

—Y hay muchos más —Informó Valeria pegando su cara al suelo.

—¿Por qué tener el dinero debajo del piso?

—No le conviene tenerlo en una cuenta, Mathew lo notaría muy rápido, ella debe mantenerlo al tanto de sus movimientos bancarios, pero para parecer creíble es más fácil mostrarle que la cuenta esta en ceros o con poco dinero.

—Tiene sentido.

—Además de que el dinero no debe ser solo el que le envía el padre de Mathew sino de compradores también.

—Aquí hay otra cosa —Con dificultad lo arrastró hasta sacarlo.

—Esa no parece dosis personal —Bromeó Sara al ver la bolsa con... —¿Es marihuana?

—Es lo más probable. —La tomó y la olfateó—. Lo es —Aseguró Joseph.

—¿Y este? —Dijo Valeria ya un poco exhausta, pesaba demasiado.

La Recompensa De Nuestro Pasado [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora