Capítulo 28

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Silvia quedó congelada sosteniendo el picaporte, volteó a ver a su hijo quien la veía igual de asombrado.

—¿Qué hiciste? —Susurró la mujer viendo al castaño negar y subir sus hombros, Silvia volvió a la puerta... y si la habían delatado.

—¡Abra o me veré obligado a tumbar la puerta!

Mathew frunció el ceño y caminó hasta la entrada, apartó a su madre con cuidado y al abrir le dio un golpe en la cabeza al chico.

—Idiota, asustaste a mi mamá.

—Señora Silvia me sorprende de usted... Es Mathew el que debería asustarse.

—¿Por qué? —Intervino Gabriela viendo a Leo.

—Ay, hola Gabi ¿Cómo estás? —Se acercó a ella y la abrazó levantándola del asiento, para luego sentarse y ponerla encima de sus piernas.

—Bien y ¿tu?

Mathew cerró la puerta y volvió a la cocina.

—Ay, estoy estupendo, pero adolorido —Gimoteó poniendo una mano en su pecho.

—¿Por qué?

—Porque tu hermano es un ser vil sin corazón, ¿Sabes cuantas veces me llamó esta semana?...

—Ay, estoy trabajando y tú también, no te hagas el sufrido —Gruñó el castaño.

—¿Cómo que sufrido? Deberías ponerme un poquito de atención, esta relación no puede continuar así, yo doy todo de mí y tu solo me das indiferencia... —Posó una mano en su frente echando la cabeza hacia atrás, luego se levantó y lo miró fijo—. ¿Acaso ya no me amas, hay alguien más?

Gabriela reía con cada cosa que decía, Mathew y Silvia aguantaban las suyas.

—Pareces el novio de mi hermano —Rió Gabriela.

—¿Quieres que lo sea?

—No —Sonrió.

—Nadie acepta nuestro amor, Matt.

Mathew rió colocando los platos y luego de volver a la cocina los pocillos.

—¿Quieres algo? Aparte de fastidiar.

Leo abrió su boca fingiendo indignación.

—¿Cómo osas tratarme así?

—¿Quieres o no?

—Nop, de igual forma vine a secuestrarte. —Lo vio sentarse mientras le mostraba confusión.

—¿Por qué?

—Porque tenemos que hablar de muchas cosas, ¿sabes hace cuanto no nos vemos? Compraste celular nuevo, te envío mensajes y me dejas en visto...

—Claro que no, yo sí te contesto...

—Cada mil años...

—Pero lo hago —Sonrió.

—No me simpatizas para nada. Termina rápido y nos vamos.

—No puedo hoy, es mi día de estar con Gabi...

—Puedes ir. —Anotó Gabriela— Hoy Cindy me invitó a ver una película.

—¿Y yo cuando me iba a enterar? —Cuestionó Mathew.

—Yo me enteré ayer, porque me encontré con la madre de Cindy, sino estaríamos igual —Señaló Silvia.

—¿Y tú desde cuando haces planes sin mi permiso? —Bromeó el castaño.

—Eso es una chica independiente, dame cinco. —Celebró Leo mostrando su mano y ella la chocó.

La Recompensa De Nuestro Pasado [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora