Capítulo 62

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Otra mirada al teléfono sobre su cama, giró de nuevo al espejo terminando de cepillar sus dientes. Volvió al celular, debía estar dormido, ocupado, cualquier cosa. Meneó la cabeza, no tenía que prestar tanta atención a eso.

Caminó a la ducha, debía bañarse, miró una vez más. Sí, lo mejor era darse una ducha, luego le escribiría o... no. Sara le dijo que le dolía la cabeza, lo probable es que estuviera dormido, no debería molestarlo más, con dos llamadas era suficiente. Además, ni que necesitara hablar con él. No era indispensable.

El ligero tono de su teléfono lo hizo llegar en menos de un segundo, mirando el nombre en la pantalla y sonriendo inconsciente. Carraspeó la garganta antes de contestar.

—Hola.

Hola, am... estaba... en la cocina, deje mi teléfono en la habitación y... acabo de ver tus llamadas.

—Ah, no te preocupes. Yo... solo llamaba para ver como estás, Sara me dijo que te dolía la cabeza.

Ah, sí... pero estoy bien, no fue... tan fuerte.

Joseph notó el desánimo.

—¿Estás bien? —La leve pausa le hacía pensar que la respuesta era un claro no.

Sí... Estoy bien, solo... estoy cansado.

—¿Seguro?

Sí.

—Creo que llamé en un mal momento.

No no, es que... am... estoy distraído, estaba ayudando a Gabi y a Jack con las tareas, además de ayudarle a mi mamá en la cocina y eso...

—Okey, si te pasa algo o necesitas algo, por favor dímelo. La última vez que fui note que les faltaba comida, no me lo dijiste.

Am... Lo olvide.

—¿Estás bien?

Sí. Es solo... estoy... ocupado, te parece si... hablamos mañana o...

—Sí, claro, am... Avísame si pasa algo... descansa.

Hasta mañana.

Joseph alejó su teléfono completamente confundido. No quería apresurarse, pero parecía molesto. ¿Iván le habrá contado algo? No, era imposible, la reacción de Mathew habría sido diferente, además su hermano aun no sabía bien lo de las cartas, solo le dijo que protegiera a Leo por la sospecha de una amenaza, hablarían de todo eso mañana.

Sin embargo, le preocupaba un poco la actitud de Mathew, temía que volviera a lo mismo de no decirle si le dolía algo o se enfermaba de gravedad. De nuevo su salud lo ponía a pensar tantas cosas, Sara y Valeria tenían razón debía contarle todo lo que ha pasado, las candidatas, las cartas, los niños, pero había demasiados obstáculos que le pedían no hacerlo, y esa era una.

Respiró profundo mientras tiraba el teléfono a la cama, regresó al baño. Lo primero que debía hacer era relajarse, tomar una ducha y dormir.














La Recompensa De Nuestro Pasado [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora