Capítulo 10

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Apretó los ojos cuando el algodón húmedo rozó su zona lastimada.

—No te preocupes, estoy bien—dijo dándole una corta mirada al cachorro que se encontraba de pie junto a la cama.

Jungkook no se había separado de su lado en ningún momento, demasiado asustado como para despegar la atención de su padre, a pesar de eso, ahora mantenía una distancia prudencial para no interrumpir a Seokjin y Jimin estuvo de acuerdo, pues al menos en ese instante no quería que Jungkook se alejara de su lado. Su alma aún pesaba por lo sucedido y temía que si separaban a Jungkook este desaparecería.

Sabía que solo estaba siendo paranoico, dejando que su omega estuviese alerta en todo momento, rozando al máximo su sentido de dominancia para tomar control de su cuerpo, algo que claramente no permitiría de nuevo.

Su intención era demostrarle a Jungkook que se encontraba bien para disminuir su preocupación y el llanto que no se detuvo en todo el camino, sin embargo, Seokjin volvió a rozar su herida y el sonido lastimero que salió de su boca no pudo ser retenido.

—L-Lo...s-siento—lloriqueó el cachorro apretando sus manos entre sí.

—No lo hagas—le pidió Jimin desviando su atención al rostro húmedo—. No fue tu culpa, nadie sabía lo que pasaría.

—T-tenía que...correr—se entristeció limpiando las lágrimas que caían por sus mejillas—Papi...e-está heri...do, por mi c-culpa.

Estuvo a punto de responderle, pero esta vez el dolor agudo que atravesó por su brazo lo obligó a cerrar los ojos de nuevo.

El disparo que estuvo cerca de impactar contra su cabeza terminó dando en su brazo, dañando varios tejidos cerca de su hombro izquierdo y por ende provocando que perdiera sangre después de que la herida pareció abrirse por sus movimientos bruscos. Gracias al subidón de adrenalina y a que su omega lo dominó por varios segundos, fue capaz de ignorar por completo el malestar. En ese momento solo pudo enfocarse en la expresión asustada de Jungkook y no notó la sangre que corría por su brazo hasta que Yoongi se acercó para tomarlos a ambos entre sus brazos con la expresión intranquila.

Recibió atención médica inmediata al momento en que la ambulancia llegó a la zona y de alguna manera lograron detener el sangrado sin necesidad de moverse a ningún lado. Fueron minutos después en los que Seokjin apareció, continuando con la tarea del médico que aprovechó para ayudar al resto de personas que también parecían haber sido afectadas debido al tiroteo.

El beta se ofreció a llevarlo al hospital más cercano para tratar la herida, a lo cual Jimin negó, sabiendo que separarían a Jungkook de su lado. No le importaba la seguridad que existía dentro del lugar, su pedido fue claro y Seokjin no hizo más que aceptar a regañadientes el llevarlo a su casa y tratar la herida con el equipo que guardaba en su propio auto.

Jimin se sentía débil y cansado. Ni siquiera en sus entrenamientos se vio obligado a llevar su cuerpo al límite de esa manera.

—¿No es mejor que lleve a Jungkook a darse un baño?—preguntó el pelinegro que se mantenía apoyado sobre una de las paredes de su habitación.

Porque sí, Yoongi tampoco se quiso separar en ningún momento.

—N-No q-quiero—gimoteó Jungkook en desacuerdo.

—Estás sucio y tienes sangre seca en la ropa. Si quieres abrazar a tu padre una vez que terminen lo mejor es que estés aseado ¿No querrás que su herida se infecte o sí?—le dijo con el rostro inexpresivo—. Si llegas a pegarle una bacteria se le puede caer el brazo.

Jimin estuvo a punto de reprochar a Yoongi por el comentario, pero cuando notó la expresión de su hijo y la forma en la que apretó sus manos a los lados de su cuerpo con el rostro dudoso, decidió guardar silencio. De cierta manera estaría agradecido de que Jungkook se cambiara de ropa. 

The alphabet killer | YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora