Capítulo 42

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Yoongi pensó que si tuviera la oportunidad de hablar con su yo adolescente, le haría saber que ese efecto que tenía Park Jimin sobre él, jamás cambiaría, porque en ese momento, no dejó de mirarlo. Admiró su rostro y le causó gracia su expresión concentrada en lo que esparcía el gel cicatrizante por su abdomen desnudo, manteniendo la nariz arrugada y los labios entreabiertos, dejando escapar aire caliente al respirar.

Se sorprendió un poco debido a la corriente que se hizo presente en su espalda cuando al finalizar, el omega sopló suavemente, dejando que el producto se absorbiera por completo en su abdomen.

—Listo—musitó Jimin, dando toques con su dedo—. He visto muy buenos resultados en pocas semanas ¿Debería ponerme en el hombro también?

—Nadie te verá el hombro, en cambio yo tengo una cicatriz enorme en la cara. No sé porque no me pones aquí también—reprochó, señalando cerca de su ojo.

—Tú te negaste a creerme, dijiste que estos productos son una estafa en primer lugar—se quejó.

—Eso creí, pero ahora que sé la verdad te niegas a hacer desaparecer mi cicatriz—respondió, acomodándose mejor en el espacio extenso de su cama, dejando reposar por completo su espalda sobre la almohada.

Jimin dejó el envase sobre la mesita a su lado y se colocó sobre el alfa, dejando caer su cuerpo con la mejilla reposando justo sobre el lugar donde se encontraba el corazón del pelinegro, el contacto de la piel cálida lo hizo sentirse relajado.

—Te queda bien, luces muy interesante.

—Siempre me he visto interesante de todas maneras.

Jimin levantó una ceja.

—Claro, olvidé que Min Yoongi tiene el ego por las nubles—molestó—. Mi lobo fue el primero que sintió interés en ti, de haber sido un beta dudo mucho que me hubiese sentido atraído a tu actitud de alfa narcisista.

—No lo creo, me miraste totalmente embobado, lo recuerdo perfectamente—respondió con una sonrisa, siguiéndole el juego—. Sin importar como se dieran las cosas, habríamos terminado juntos, siempre me has pertenecido.

El comentario provocó que Jimin frunciera el ceño, esta vez con molestia. Se levantó, eliminando la prisión que Yoongi tenía sobre él al mantenerlo abrazado y entonces lo fulminó con la mirada. Yoongi por su parte, apretó un poco sus labios, no sabiendo porque de repente Jimin parecía y se sentía molesto con él, mas no tuvo tiempo de preguntarle, porque entonces sintió un golpe sobre su pecho.

—¿Y eso por qué fue?

—Puede que no lo recuerdes, pero hace un año utilizaste exactamente las mismas palabras después de reencontrarnos de nuevo—expuso—. Agradece que no me estoy cobrando las ganas que tuve de desarmarte el rostro con mis puños.

—Guau, que omega más rudo—se burló y luego tomó el rostro del castaño con una de sus manos, apretándolo con suavidad hasta que los labios del omega quedaron abultados—¿Sabes que hablarme de esa manera es un arma de doble filo? No quieras provocarme si te encuentras sobre mí.

—Eres un idiota—espetó rodando los ojos, permitiendo que el alfa siguiera acariciando su rostro con cariño mientras le seguía el juego—. Hablo en serio, me hiciste enojar mucho esa vez. Si en ese momento me hubiesen dicho que ahora estaríamos de esta manera probablemente me reiría a carcajadas.

—Es una fortuna que el "hubiese" no existe para nosotros. Me perteneces al igual que yo te pertenezco a ti, Park Jimin.

Y con esa frase, el omega terminó por acurrucarse contra el pecho del alfa, dejando que su nariz reposara sobre esa zona donde parte del aroma a menta dominante de Yoongi se concentraba, trasmitiendo así un enorme sentimiento de paz y tranquilidad que no hizo más que hacerlo sonreír, su aroma combinándose en el ambiente y dejándole saber a su alfa, que se sentía protegido a su lado.

The alphabet killer | YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora