Capítulo 22

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Respiró profundamente, estirando de paso su cuerpo con una lentitud desorbitante hasta que los leves calambres y dolor de sus piernas parecieron disiparse un poco. Su boca se sentía seca, su piel caliente y sus ojos se negaban a abrirse, no soportando la luz de la mañana que se filtraba por la cortina de su habitación.

Jimin se sentía en un mar de adormecimiento. En medio de la nubla de su mente se llegó a cuestionar cuando fue la última vez que había dormido tan profundamente sin la necesidad de su medicamento, porque incluso se percató de que la noche anterior no tomó nada, de lo contrario ahora mismo estaría quejándose por la molestia mañanera que siempre debía soportar al levantarse, y al menos en ese momento, se sentía adolorido, pero extrañamente bien ¿Había bebido?

Sintiéndose cada vez más confundido por el camino de sus pensamientos, se obligó a abrir los ojos y cuando lo hizo le tomó unos cuantos segundos acostumbrarse y enfocar la vista correctamente. Admiró la luz filtrándose por debajo de la cortina y luego sus ojos repasaron vagamente el resto del lugar, hasta que se percató de una camisa negra tirada en el piso.

Abrió los ojos, sorprendido, pero no fue eso lo que lo hizo sobresaltarse, sino el caer en cuenta de que un brazo lo estaba rodeando con posesividad y no solo eso, que además mantenía la palma de la mano ampliamente abierta y sosteniendo su pecho, como si de esa forma se asegurara de no separarse un solo centímetro.

—Oh no...—masculló demasiado bajo para siquiera escucharse.

Por su mente se repitieron las escenas de la noche pasada y algo hizo "Click" al recordar el agonizante dolor que había sufrido por tantas horas hasta que Yoongi llegó como si se tratara de un calmante personal. No estaba lejos de la situación, de verdad llegó en el momento correcto, tal vez un poco tarde pero finalmente había terminado con su angustia e incluso había logrado expresarle lo que sentía de manera que Yoongi respondiera por ello.

Y aparte de eso lo había follado tan bien. Maldición, los estragos restantes de su celo lo sorprendieron por el rumbo de sus recuerdos.

Tomándose su tiempo para girarse y no despertar al alfa, se volteó hasta quedar frente a él, reduciendo el agarre posesivo a su alrededor. Lo admiró sintiendo sus mejillas sonrojarse al apreciar el pecho y abdomen del contrario totalmente desnudo. Un par de marcas rosadas se extendían por su clavícula y eso le hizo sentirse cohibido a pesar de que estaba seguro que era algo que podía desaparecer en dos días.

Luego su mirada se enfocó en el rostro tranquilo del pelinegro. Yoongi lucía en paz, demasiado sereno mientras se perdía en su propio sueño. Jimin volvió a suspirar levemente en lo que apartaba un par de mechones de la frente ajena con tal de admirarlo mejor ¿Podía culparse a sí mismo por sentirse tan bien en medio de sus brazos?

De todo lo que involucraba tener a Yoongi como su compañero de trabajo, el mantenerlo tan cerca que el calor corporal de ambos se mezclara, era lo que menos esperaba. Daba por aceptado el haber fallado al momento de alejarlo de su vida porque después de todo, Yoongi seguía sintiéndose tan bien a como alguna vez lo recordó.

Tal vez falló desde que Seokjin lo volvió a mencionar antes de aceptar el caso. 

Al sentir su garganta más seca aun, concluyó que necesitaba una ducha urgentemente. Se retiró con cuidado de la cama y aunque escuchó a Yoongi gruñir un poco al sentir su ausencia, muy pronto lo observó acomodándose para seguir en su mundo de sueños. La imagen le hizo sonreír, estaba seguro que podía caerle el techo encima y él seguiría en coma.

Cuando dio los primeros pasos al baño fue inevitable no quejarse ante el dolor de su parte baja y eso le hizo tantearse a sí mismo al darse cuenta de que no sentía ninguna sensación desagradable o pegajosa después de la intensa noche, de hecho se encontraba limpio.

The alphabet killer | YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora