Dos semanas después
—Es un camino un poco largo ¿Seguro que estarás bien haciéndolo solo?
—Lo estaré sunbae, no tiene por qué preocuparse por mí—respondió Jungwon, hablando en voz baja a pesar de que el ruido externo no permitiría que nadie lo escuchara.
—Mmh—murmuró Jimin, no estando del todo convencido—¿Quieres que comamos algo cuando vengas de regreso?
—Estaría...Estaría muy bien—asintió sonriendo levemente.
—De acuerdo, estaré pendiente a las indicaciones de Seokjin. No te desanimes tanto ¿Sí?
—Sí, sunbae.
Una vez que la llamada finalizó, se volvió imposible no bajar la mirada con tristeza al suelo.
En ese instante, deseó desvanecerse por el aire. El presenciar el interrogatorio, el corto juicio y el proceso para llevar a Jay a pagar por sus crímenes, se volvió una tortura. Jamás dejó de replantearse que pasaba por su cabeza al querer estar al mando de tales procesos; era claro que su idea era darle su propio fin al amor no correspondido y tóxico de una vez por todas, como si despedirlo fuese el plan perfecto para sanar, pero estaba lejos de serlo realmente.
No se sentía bien o satisfecho de cómo estaban terminando las cosas, porque el pensar en no ver al alfa nunca más le dolía, y era tonto. Se había vuelto un masoquista iluso y ahora lo que menos quería era estar cerca del mismo tipo que le metió a la cabeza que jamás podría vivir sin él; como si todos sus ruegos, llanto, golpes, heridas y cicatrices hubiesen sido parte de su crimen perfecto donde él era la víctima.
Levantó la mirada y observó de reojo al pelinegro esposado frente a él, en uno de los asientos opuestos del pequeño autobús de la comisaría que los llevaba directo al que sería el hogar del asesino por el resto de su vida. Jay mantenía su cabeza reposando sobre la ventana, mirando la calle desolada con las manos descansando sobre su regazo y las piernas separadas.
Verlo con el traje color azul de reclutas le resultó doloroso, pero peor a eso, el saber la razón por la que no podría verlo nunca más le resultó superior. ¿Por qué tuvo que terminar de esa forma? ¿Por qué se tuvieron que llevar a cabo tantos asesinatos? No dejaba de sentirse como si fuese el peor ser humano, y por más que se repitiera que él no tenía la culpa, simplemente no pudo seguir pensando coherentemente ante las imágenes mentales de las víctimas.
El sonido de un nuevo mensaje en su celular lo alertó, y sonrió sin muchas ganas al notar el nombre de Jimin.
No sabía cuál era la razón por la que el omega se mantenía preguntándole por su estado de ánimo cada vez que tenía la oportunidad, era extraño, porque jamás tuvo ese tipo de relación como para que Jimin mostrara tan repentina preocupación. Debía admitir que le gustaba el sentimiento cálido que transmitía, pero al mismo tiempo se sentía humillado.
De cierta forma el saber que todo su equipo presenció tan humillante escena en medio del interrogatorio, no hacía más que deprimirlo. Debió verse patético, llorando por un asesino que no correspondía su amor y por el cual sería capaz de dar la vida incluso después de haberlo escuchado gritarle cuanto lo odiaba.
—Si suspiras una vez más de verdad voy a vomitarte encima—escuchó la voz de Jay, antes de que le dedicara una corta mirada.
—Cállate de una vez por todas, por favor—susurró sin ganas de iniciar una nueva discusión, estaba exhausto.
Jay se carcajeó.
—Jamás creí que a quien le juré amor sería capaz de escoltarme al infierno.
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The alphabet killer | YoonMin
FanfictionLuego del abandono de su predestinado al estar en cinta y bajo la agonía de un lazo roto, Jimin se había prometido no volver a permitir que Min Yoongi le destruyera la vida por la que tanto luchó para recuperar, sin embargo...no esperaba que sus cam...