The alphabet killer | YoonMin

Capítulo 26

Se dejó caer sobre el sofá, cubriéndose el rostro con ambas manos tan pronto como sintió las lágrimas cayendo por sus mejillas a pesar de que no llevaba más de 20 minutos de haber tratado de detenerse.

Seokjin lloraba nuevamente, sintiéndose como la peor basura presente sobre la faz de la tierra. El colapso de sentimientos después de haber tenido que darle la noticia a la madre de Hoyeon, lo dejó destrozado, tan sensible y afectado que nadie creería que se trataba del mismo teniente a cargo del caso.

Lo lamento, lo siento...de verdad perdón.

No dejaba de repetir sus arrepentimientos al cielo, porque al final Hoyeon terminó teniendo razón. El asesino estuvo observándola todo el tiempo, a ellos también. Al parecer el hallazgo de las cámaras de hace unas semanas fue demasiado tardío, porque Jay sabía demasiado de ellos, por eso terminó engañando a Taehyung, y acabando con la vida de la joven. Una patética muerte que era su responsabilidad.

No podía culpar a Taehyung, no cuando él habría caído de igual manera, después de todo ambos pertenecieron al mismo caso, y aunque su obsesión para dar con el culpable no era la misma que para el omega, seguía siendo una pequeña espina que se encontraba clavada dentro de su ser.

Descubrió que Taehyung no mentía, puesto que después de haber revisado por horas las cámaras de seguridad más recientes, pudo apreciarlo, mirando a sus alrededores mientras seguía un pequeño rastro notorio debido al contraste blanco de los pasillos del hospital, hasta que las cámaras se desactivaron, dejando la pantalla negra por una hora exacta, precisamente la hora en la que se registró el paro del corazón de la joven omega.

Taehyung tenía razón. Él también sospechaba que ambos casos tenían una conexión, y el no saberla comenzaba a agotarlo mentalmente de manera inimaginable.

Escuchó el toque de la puerta desde el otro lado, y por más que se dispuso a ignorar el llamado durante los primeros tres minutos, terminó cediendo, limpiándose las lágrimas restantes de sus ojos, diciendo un bajo "adelante", antes de levantarse y dirigirse a su escritorio, volviendo a tomar las pruebas que le fueron enviadas con los datos de la sustancia subministrada a Hoyeon.

—Sunbae—lo llamó Jungwon, cerrando la puerta tras él antes de hacer una corta reverencia.

Seokjin asintió correspondiéndole el saludo sin muchos ánimos.

—¿En qué...?—buscó decir, mas su voz sonó baja—¿En qué te puedo ayudar? Creí que ya estarías en casa.

El menor negó, quedándose quieto y juntando las manos con nerviosismo a pesar de que llevaba menos de tres horas desde que estuvo junto al beta en el laboratorio forense como este le ordenó.

—Yo...—dudó un poco, no sabiendo como comenzar—, tengo algo que decir y, creo que es muy importante.

—¿De qué se trata?

—No puedo hacerlo—respondió de inmediato.

El beta elevó su cabeza, levantando una ceja al notar la expresión decaída y asustadiza del menor. Supo que algo andaba mal con el menor desde que lo notó ido al estar junto a él, no creyó que era para tanto, tomando en cuenta los acontecimientos que ahora enfrentaban.

—¿Qué es lo que no puedes hacer?—cuestionó.

Jungwon no respondió por varios segundos, sus manos comenzaron a jugar entre sí como se tratara de un niño, y es que en realidad estaba tan nervioso que hasta era humillante tener que admitir que quería llorar debido a la incomodidad y acumulación de sentimientos dentro de su mente.