La vida...

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M i nombre es Zamira... Zamira Monte Cristo... y esta es la historia de mi vida.

En lo personal nunca fui una persona normal... no tenia gustos normales y apreciaba la vida de una forma diferente.

Era muy solitaria y como no... con un carácter como el mío. Bien podría morir sola y ser una mojigata más...

Mi apariencia denotaba dulzura aun que mi rostro inexpresivo fuese el vivo reflejo satánico de la dureza. Daba la impresión de ser alguien con carácter firme muy dura y era cierto. Solía tener un carácter para el infierno y aun hoy día sigue siendo así...

Debido a ello nunca había tenido una sola relación formar... lo mas que podía durar en una supuesta relación era el tiempo que el susodicho novio aguantase.

Lo cual en mi humilde opinión era un chiste... la relación más larga que tuve fue de tres semanas. No tolero el ser asediada y no me gusta dar explicaciones... apenas si se las doy a mi madre.

Veintiún años al pedo y era más inalcanzable que la vida en Saturno...

Ningún hombre parecía entender el concepto de no ser irritante...y como dicen por ahí "No te puede hacer falta lo que nunca has tenido".

Nunca he podido decir que he amado a alguien, el amor no se hizo para mí. Yo lo veía de ese modo. Y la vida me pesaba de ese modo.

Estaba en el internado... esa parte de la carrera de medicina que todos sueñan con alcanzar recién ingresados.

Pensarían que soy un monstro súper feo, para nunca haber tenido un novio real, para nunca haberme enamorado y para que nadie se determinara a aguantarme lo suficiente.

Lamento decepcionarles pero no es así...

Mido uno setentaicinco, delgada, esbelta, de buenas líneas, pelo negro que caía hasta mis caderas. Labios carnosos de un rosa tostado que parecía semejante al color salmón, ojos castaños claros por demás, sonrisa perfecta y un semblante impoluto.

Mi rostro atraía consigo un matiz infantil e inocente. Es una lástima que en apariencia muchas personas creían conocerme. Mi tez era tostada de un ligero bronceado ya que donde vivo es una isla tropical denominada República Dominicana.

Con un clima por demás caluroso. La vida aquí era sumamente interesante. A pesar de haber tanto cochino pendejo en medio.

Mientras me avistaba en el espejo admiraba mi imagen. Belleza personificada... pero... ¿Por qué aquello no me servía en absoluto?. Yo sentía que no me aportaba nada...

De hecho cuidaba muy poco mi apariencia y aun así sobresalía. No era ordinaria eso seguro. Suspire mientras aplicaba Una fina capa de maquillaje y partí a mi servicio del día. Genial hoy tocaba Ortopedia...

Aquel servicio era el favorito de una de mis grandes amigas, su nombre... Grissel Polanco. Morena de aspecto fino, pelo castaño claro que caía hasta sus hombros. Ojos castaños oscuro y labios de un rosa apagado. No era muy alta iba por debajo de mi con un metro cincuenta.

Su vida era parecida a la mía y digo era porque yo acabe con su miseria presentándole a un gran amigo. Su nombre... Alejandro matuk. Tez clara pelo riso natural, ojos verdes y un semblante pasivo y amigable. Malditos inmundos yo los cree y mira como me pagan... restregándome su amor en la cara cada día... irán al infierno lo sé...

¿Gigolo?Onde histórias criam vida. Descubra agora