A un estaba temblando e hiperventilaba.
Justo cuando se incorporaba conmigo aun sobre él le detuve.
Su expresión se frunció un poco y al mirarme fijamente pareció percatarse de por dónde iba el asunto.
Me había dado tanto que pensé ¿Por qué no retribuirle algo? O amenos tratar dé.
Comencé a besarlo y luego fui descendiendo por su cuello, luego a su torso, abdomen y justo cuando llegué a la base de su miembro levantó la cabeza. Y le miré con la misma perversión de la que gozaba su mirada hace unos momentos.
Me sonreía sensualmente supongo que expectante. No sabía ni que mierda iba a hacer o si me gustaría.
Pero intentaría y me fui por lo básico.
Pensar como perra.
Recorrí con mis labios todo el camino hasta la punta elevé la mirada y le vi poner cara de imbécil mientras se dejaba caer. Si quisiera no usar mis manos estaría bien estaba más que erecto. No necesitaba sostén aun así Lo tomé con mi mano derecha y siendo honesta dudé un poco, pero luego busqué la determinación que me caracterizaba y con mi lengua lentamente jugué con su sensibilidad.
Sus gemidos eran diminutos y contenidos. Opté por dejarme fluir y luego de torturarle un buen rato, lo llevé a mi boca, delicada y lentamente, pude sentir su tensión al instante. Y me vengaría.
Aceleré movimientos y me apoderé de su más fiel amigo, no sé como lo hice sin que me dieran arcadas pero lo introduje por completo en mi boca, el primer pensamiento que me llegó a la mente era que tenía como mínimo un mallampati I para intubación.
( El mallampati es una escala para clasificar la expansión de la cavidad oral para intubación, la número I es la más indicada ya que permite ver con claridad las fauces.)
Y lo continúe así mientras él gemía. Feroz y determinada a que sucumbiera y así fue.
Sucumbió... lo hizo en mi boca no me pareció lo más divertido pero su cara de sufrimiento y placer lo valió por completo. Se incorporó y buscó mis labios.
̶ Valla que aprendes rápido. - Dijo sonriendo de lado.
̶ Suelo ser determinada. - Dije del mismo modo.
̶ Me encantas. - Susurró en mis labios. Creo que estaba regresando a mi nivel de perra estaba a punto de salirle con una grosería cuando cortó el silencio. - Pero no por eso no pagarás tu condena. - Dijo mordiendo mi labio inferior.
Nisiquiera tuve tiempo a reaccionar se movió un poco de lado y con una mano me empujó de modo que caí sobre mis manos con las rodillas de apoyo.
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¿Gigolo?
Teen FictionZamira Monte Cristo es una estudiante de medicina y una joven poco usual, con un carácter extremadamente fuerte e imponente últimamente se siente desubicada. no tolera a sus amigas, sus cinco estrellas de la suer...