M ientras me arreglaba para ir a ver al pequeño Liam no podía con la emoción de sostenerle en brazos nuevamente.
Si bien me sentía miserable por haberme alejado tanto de él siempre estuvo en mis pensamientos, cada día y por muchos momentos.
Me vestí como era habitual no dejaba los vaqueros ajustados por nada del mundo. Me puse unos de color azul turquesa, botines negros, blusa de tiros blanca a vuelos holgada y una cazadora negra ya que el clima estaba templado y mi blusa era semí escotada en la espalda.
Mi auto no andaba así que lo había enviado al taller, usaba el de mamá hasta entonces.
Tomé mi bolso y me dispuse marcharme. El camino lo animé con canciones de Panic At The Disco y Fall Out Boy. Al llegar el guardia tan amable como siempre me reconoció isofacto.
Estacioné el auto en el sendero lateral y me percaté que el auto de Stefan estaba allí. Lo que implicaba que su presencia también. Solo el podría ser el dueño de aquel Audi. Dudo que Mane tenga esos gustos.
Resoplé forzadamente realmente no quería encontrármelo si bien ya me había entrado la curiosidad de saber cómo era, en aquella casa no había fotografías de Stefan en su edad actual, solo estaban las de cuando era bebé, lo confundí con Liam la primera vez que vine y aquello le causo mucha gracia, ella explicó que por alguna extraña razón Stefan hace cinco años había eliminado cada una de aquellas fotografías y le prohibió colocar nuevas.
rogaba al Dios del cielo nunca toparme de frente con él.
Para mí era un cero a la izquierda alguien cuya existencia en esta tierra era pura casualidad.
Al tocar una sonriente América De pelo negro el cual siempre llevaba en un recogido, ojos cafés, labios de un rosa tostado y tés tostada. Me recibió.
̶ ¡Por fin!. - Medio chilló abrazándome.
La verdad me caía bastante bien, me parecía una excelente persona. América ha sido de las pocas personas que me a hecho sangre isofacto era tan simple y transparente.
Le abracé igual de efusiva y me hizo pasar.
̶ Creí que nunca volverías. - Dijo con semblante decaído.
̶ ¿Y perderme la vida de Liam?. Por supuesto que no . - Dije risueña.
̶ Esto ha estado muy triste desde tu primera y única visita. - Dijo frunciendo la expresión a manera de regaño.
̶ Lo lamento mucho. - Dije sincera.
Observaba todo muy cautelosa, estaba dispuesta a tirarme pecho tierra si veía la figura de un hombre, no estaba para discusiones y juraba por mi vida que si le veía lo cagaria a palos por desgraciado e infeliz.
̶ La señora Mane esta en el despacho principal con su hijo. - Dijo con preocupación en su expresión.
̶ ¿Está todo bien?. - Pregunté cautelosa.
̶ Hasta ahora sí... - Dijo resoplando por lo bajo.
̶ ¿Hasta ahora?. - Inquirí con el ceño fruncido.
̶ Sí... aun no discuten y eso es bueno. - Dijo con una sonrisa fugaz. Si no discutían significaba que era cuestión de tiempo que sucediera.
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¿Gigolo?
Teen FictionZamira Monte Cristo es una estudiante de medicina y una joven poco usual, con un carácter extremadamente fuerte e imponente últimamente se siente desubicada. no tolera a sus amigas, sus cinco estrellas de la suer...