Contactando un milagro...

899 53 12
                                    

V arios días después de aquella noche Roderick aun llamaba y mensajeaba ¿Qué no se cansaba?. Debería estar muy pirado mentalmente para seguir buscándome después del plantón que le hice aquella noche.


A las chicas les pareció muy divertido lo que había sucedido y como no si soy un ente maligno.


Pero algo llego a mi mente después de aquello. Quería dejar de ser mojigata, quería saber donde terminaba aquella sensación de urgencia, quería saber y estaba decidida a darme el derecho de saber.


¿Y por qué no? No sería ni la primera ni la ultima, pero si iba a empezar empezaría a lo grande, no con cualquier pendejo de mierda. Quería lo fuerte y lo obtendría.


Y sabía exactamente dónde buscar. En las afuera de la ciudad estaba ubicado uno de los clubes más impresionantes del país, cientos de hombres mandados hacer por un molde perfecto en el cielo yacían allí. Esperando para atacar.


Su catalogo era de ensueño. Fantasy Camile no solo era un club de strippers si no que era la casa de cientos de Gigolós. Sí queridas... Gigolós... de ese tipo de hombre que creen inalcanzables.


Conseguí el número en una de las revistas. ¿Qué? ¿Pensaban que aquello era secreto? Lamento decepcionarlas pero aquello era lo más publico y excitante en esta ciudad.


Pensarían que soy mentalmente inestable por querer perder la virginidad con un total extraño. Pero yo no era fanática de los príncipes azules ni los estúpidos momentos de novela.


Era demasiado realista para aquello.



Al llegar a casa tomé el catalogo y observé detenidamente.


En el catalogo que tenía en mano estaban las fotos de los torsos mas sexys e impresionantes, cada uno tenía un tatuaje diferente. No se apreciaban sus rostros, solos sus torsos.


En una página del centro de la revista reposaba en grandes letras "Mis seis estrellas de la suerte" valla parecido así llamaba yo a mis amigas. Cada uno tenía un tatuaje que según la descripción significaban el misterio de su vida.


Uno en específico llamó mi atención. Un ángel con dos caras aquello me dejó absorta por un largo rato. Tanto así que tomé mi móvil y llamé.


Al responder salió una grabación dando las extensiones y valla que eran graciosas.



Fantasy Camile...

Si conoce el número de la extensión

Márquelo por favor

De lo contrario espere en línea.

1- Si es cliente antiguo marque uno.

2- Si es un cliente nuevo marque dos.

Marqué el numero dos y esperé.


1- Si quiere placer extremo con juegos sexuales marque uno.

2- Si no se quiere sentar en una semana marque dos.

3- Si quiere que su marido le conceda el divorcio marque tres.

4- Si quiere una noche romántica marque cuatro.

Siendo honesta al escuchar aquellas opciones no pude evitar carcajearme. ¿Qué era aquello? ¿Una agencia de Gigolós o un chiste?.


5- Para despedidas de solteras marque cinco.

6- Para serle infiel a su novio marque seis.

7- Si quiere esperma para embarazo marque siete.


Aquello me hizo doler el abdomen de la risa ¿ósea era enserio?.


8- Si es virgen y quiere que le hagan el favor marque ocho.

Marqué el ocho instintivamente aun muerta de risa.


1- Si es una virgen fea, gorda y con miras a morir sola marque uno.

2- Si es virgen y metalera marque dos.

3- Si es virgen y se cree vampiro marque tres.

4- Si es virgen y sabe que ni un ciego con enfisema se la cojera marque cuatro.

5- Si es virgen y no es fea, gorda u otros defectos marque cinco.


Entre un mal de risas me determiné marcar el uno ya que pensé que sería divertido que el modelo fuese muerto del pánico esperando a una gorda centrifugada y a quien se encontrase fuese a mí.


̶ Sí ha escogido esta opción es porque nadie le hará el favor. Y solo nosotros somos su salvación. - Decia la mujer que por fin tomó la llamada.


̶ No creo estar tan jodida. - Dije un poco molesta de que trataran así a esa parte de sus clientes.


̶ Todas dicen lo mismo. - Decia petulante. - Denos algunos datos acerca de usted y cuando. Donde y con quien quiere su encuentro.


Le di los datos que me pidió obvio mentí con los datos físicos mi broma seguía en pie.


No pedí nada romántico ni ridículo. No soportaba aquellas estupideces.

Todo quedó concretado para dentro de una semana y estaba decidida. No temía nada en absoluto.


Lo que sabía no sería bueno era la opinión de las chicas. No se los contaría hasta después o días antes cuando ya no hubiera marcha atrás.


Me deje caer en la cama observando la imagen del modelo del tatuaje antes mencionado. Era inquietante la forma en que aquel dibujo llamaba mi atención.

Me tenía atrapada...


¿Gigolo?Onde histórias criam vida. Descubra agora