¿Gigolo?

¿Despedida de soltera? ¿O un castigo más?

Era la víspera de nuestras bodas el nerviosismo, estupor, desesperación y desequilibrio mental se podía tocar en el aire, Escoger los vestidos de novia no fue tan difícil si bien cada una escogió todos los extremos eran vestidos hermosos, Naura había escogido un vestido negro igual de oscuro que su alma, Nai uno blanco con detalles negros muy fino y elegante, Gissy un azul turquesa excepcional, Grissel uno blanco con escala descendente en agua marina, escote de corazón con un borde en pequeños diamantes, espalda descubierta, con pequeñas mariposas que se acentuaban a lo largo de la delgadísima tela, caída libre a simple vista parecía magia el grado en que cambiaba, y yo había escogido un vestido rojo.

Sí... leyeron bien... rojo era el vestido de novia más despampanante y glorioso que hubiera visto jamás. me hacía sentir la reina del mundo, su velo caia delante y detrás era de esos velos que llevan la cola hasta atrás muy cercana al tamaño de la cola del vestido, los detalles eran únicos estraple de escote en corazón y espalda descubierta, no era tipo princesa así todo pomposo en exceso era simplemente yo en pocas palabras.

Excepto por uno... sí... el vestido de Seoanne daba diarrea emocional... era algo simplemente desgarrador, algo sin descripción alguna, nos preguntábamos que mierdas estaba pensando al casarse con un maldito vestido Marrón , todas quisimos llorar pero ella seguía profundamente enamorada de aquella bestialidad, parecía que hubiera robado una puta tienda de cortinas.

Todos los arreglos estaban a finalidad solo esperábamos que finalizara este mes al cual solo le quedaban dos semanas, para comenzar con las primeras bodas, yo sería la última me gustaban las fechas lejanas, la primera seria Gissy, decía que mientras más rápido saliera de todo aquello mejor, la segunda seria Nai, quería estar a lo justo para que sus boletos a Venecia no fueran pospuestos ya que los había comprado hace tiempo ya.

La tercera seria Seoanne, La cuarta Grissel, la quinta Naura y por ultimo como ya había expuesto anteriormente yo.

Queríamos una despedida de soltera a lo grande ya que serian seis en una no había tiempo para más, estábamos todos en mi casa ósea la casa de Stefan.

Dos bandos una sola meta... planear la mejor despedida de soltería, Discutíamos a gritos sobre que quería cada una pero nunca llegábamos a un acuerdo, que si Seoanne quería bomberos, que si Nai policías, que si Naura masoquistas, todos los extremos en exceso son malos.

̶ ¡Puta mierda!. – Chilló Nai molesta votando por los aires todos los apuntes.

̶ ¡Váyanse al carajo!. – Espetó Seoanne furiosa.

Solo me limite a fruncir la expresión.

̶ Creo que lo mejor es que cada una tenga su propia despedida. – Agregué más tarde.

̶ Supongo que sí... . – Dijo Grissel. – Nunca vamos a estar de acuerdo lo que no le gusta a una le gusta a la otra y así no se puede.

̶ Valimos mierda. – Dijo Gissy dejándose caer sobre el sofá.

Del piso de arriba se escuchaban los gritos y brincos de los chicos los cuales al parecer iban de maravilla con sus planes.

̶ Nos van a ganar y eso sería muy humillante. – Dijo Gissy pesarosa.

De pronto cruzó por la puerta principal alguien con la única y magnivillosa solución.

(Magnivillosa: atiéndase a palabra que se me acaba de ocurrir no sé cómo, que significa, magnifica y maravillosa)

Era Camile con un hermoso sobre en sus manos.

̶ Sus gritos se escuchaban hasta la entrada, menos mal que los niños no están aquí.