Stefan
̶ ¡Cálmate Camile!. - Le grité inclinándome en mi escritorio.
̶ ¡No me quiero calmar! ¡Maldición!. ¡He estado calmada por casi veinticinco años Stefan!. – No sabía si había hecho mal en decirle esto hasta este momento en el que Zamira en unas horas llegaría al país.
Años atrás el investigador que había contratado justo después que gané la custodia de Liam, me comentó del hecho tan extraño acerca del registro de Nacimiento de Zamira, de hecho tenía dos.
¿Y cómo era eso posible? fue la duda que me abordó y allí conocí la historia más descabellada de mi vida. No creía que algo así fuese posible. ¿Cómo existía gente tan retorcida?.
̶ No entiendo Alfred... ¿Podrías ser menos etiquetado y más coloquial?. – Le pedí a un amigo cercano de la familia que me observaba con una expresión algo cansada.
̶ Me dices que hace mucho tiempo te dijo que había un error en sus registros ¿No?.
̶ Sí...
̶ Es simple solo figura Zamira por una razón ... Su certificado de Nacimiento original demuestra que su nombre es Leah Sophia Monte Cristo Borton. Aquel certificado apenas esta legible al parecer alguien quería deshacerse de él. y He ahí la razón por la cual fue tan difícil y costoso dar con él.
Escuchaba todo con suma atención y sorpresa, resultó ser que Zamira a los seis meses fue adoptada por la que Ahora es su madre, ¿Pero cómo?. ¿Si la pequeña de Camile fue quemada viva junto a su esposo?.
Sencillo... Me explicó mi amigo... la clave de toda la investigación fue el padre de Zamira el esposo de Camile... Nathan Monte Cristo, el cual resulto ser un real descarado, ya estaba casado cuando se casó con Camile, obviamente su primera esposa era la madre de Zamira, la cual vivía en otra ciudad, vivía una doble vida hasta que al parecer por alguna razón quiso deshacerse de Camile.
Por lo cual fingió su secuestro y el de la bebé, aquello no tenía sentido para mi... hasta que el dato de que la madre de Zamira no podía tener bebés abordó.
Era tan claro... él infeliz quería que su esposa fuera feliz y decidió robarle a Camile su pequeña... y no obstante una cantidad obscena de dinero, ya que Camile no pudo conseguir la cuota completa pero sí estuvo muy cerca, y aquel dinero fue a parar a un fideicomiso a nombre de la misma Zamira.
Otra cosa que no comprendía era ¿Cómo la policía no había declarado en su informe que no eran los restos ni de Nathan ni Sophia.
Y nuevamente la claridad se Hizo presente... pagó para que manipularan a los encargados forenses yo solo pensaba que este hombre tenía una meticulosidad sumamente pétrea.
Le robó a Camile para poder vivir como rey con su primera esposa, vaya rata de alcantarilla, y tuvo la osadía de tomar el nombre de Leah para que fuera acompañado de Zamira, ¿Cómo podía vivir con eso?.
Bien dicen que el que a hierro mata a hierro muere... murió tal como lo había fingido, en un accidente de auto en el cual quedo incinerado, el Karma es una perra... tarde o temprano te cobra cada mínima cosa.
Nunca le comenté nada a Zamira apenas si hablábamos y todo era referente a Liam ya que aun que no quería tuvo que aceptar una mensualidad por mi parte para las cosas del pequeño aun que no era necesario ella podía sola, pero no iba a permitir que un madrigal no tuviera todo.
A Camile se lo acababa de contar y sus expresiones eran desgarradoras al ver fotos de Zamira de pequeña, y de adolescente, a pesar del dolor pude ver paz en sus ojos, una paz que había perdido hace tanto, la paz de saber que su única hija estaba viva.
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¿Gigolo?
Teen FictionZamira Monte Cristo es una estudiante de medicina y una joven poco usual, con un carácter extremadamente fuerte e imponente últimamente se siente desubicada. no tolera a sus amigas, sus cinco estrellas de la suer...