¿Gigolo?

Infeliz...

M ientras esperaba observaba todo maravillada.

Mane hizo acto de presencia minutos después sonriente, parecía feliz de verme.

̶ Querida... - Dijo acercándose con los brazos extendidos.

̶ Hola... . -Dije en la misma forma.

̶ Que dicha que hallas venido... . - Decia sonriente y aun sonreía en sus ojos había dolor.

̶ Pensé sería muy pronto. - Dije haciendo una mueca.

̶ Para nada querida, mucho te tardaste. - Decia amable y cálida.

̶ Es asombrosa su casa.

̶ Espero no te sientas intimidada. - Dijo mientras me acercaba una taza de té.

̶ Un poco... - Dije sincera.

̶ Yo hubiera vivido debajo de un puente pero mi difunto esposo siempre quiso darme lo mejor.

̶ Que suino. - Dije sonriente.

̶ He mandado traer a Liam... llegara en unos momentos.

̶ Ah no estaba?.

̶ No... le hice sacar de la casa para evitarle el mal momento que sabia iba a pasar hace un rato.

̶ ¿Mal momento?. - Indague cautelosa.

̶ Tuve una terrible discusión con Stefan.

̶ Oh... . -Dije frunciendo la expresión después de eso.

̶ Stefan adora a Liam pero eso no hará que el cambie su estilo de vida. Hemos tenido diferencias y ha escapado dejándome con la palabra en la boca.

Después de escucharle repare en el auto que iba de salida que por poco colisiona conmigo.

̶ Supongo pensara que para eso hay niñeras. - Dije censurante.

̶ Y no te equivocas querida, Stefan no cree que la crianza de un pequeño implique tanta dedicación.

̶ Tendrá morro el infeliz. - Dije inexpresiva.

̶ No lo conoces y le describes bastante bien. - Dijo dejando escapar una risilla.

Charlábamos animosamente mientras nos contábamos anécdotas de cada una. Minutos después llego el pequeño Liam quien dé solo verme de cerca se arrojo a mis brazos mientras reía alegrigemente.

̶ Hola hermoso... . - Dije mientras lo tomaba y lo pegaba a mí en un gran abrazo. Que el correspondió isofacto sonriendo feliz. Dejo escapar otra vez la palabra Mamá y vi en la expresión de Mane Dolor.

̶ Lo siento yo... no creo que deba de llamarme así. - Dije sincera.

̶ Descuida cielo es solo un pequeño y a sinceridad me encanta que te quiera así. - Dijo sincera.

̶ Me quiera así?. - Indague confusa.

̶ No lo notas por qué no has visto tu expresión cuando le tienes en brazos, pero se les ve una energía muy hermosa. Creo fielmente que ambos se han atrapado. - Decia genuina.

̶ Como no quererlo... es un seductor... - Dije mientras le veía de frente a la vez que le hacía muecas para que este sonriera.

̶ Puede sonar apresurado pero quiero pedirte un favor Zamira. - Decia suplicante.

̶ Por su puesto. - Dije expectante. Me hizo seña para que tomara asiento.

̶ No me queda mucho tiempo... y me encantaría de hecho amaría con el alma que después de mi partida no abandones a Liam. - Decia suplicante. - Que no lo perdieras de tu vida.

̶ Mane...

̶ Visítalo cada vez que puedas por favor. - Decia mientras lagrimas desbordaban por sus ojos.

̶ Mane... Eso no sería un favor... seria un privilegio. - Dije sonriéndole como restándole importancia.

̶ Gracias... - Dijo sincera. A lo que yo solo asentí.

Fuimos momentos después al jardín y jugué con Liam un buen rato ya que Mane debía resolver algunos asuntos. Fue un pasa día muy interesante. Al principio no quería quedarme pero Mane me convenció finalmente.

Ya serian las seis así que me dispuse a marcharme, mañana debía volver a mis actividades, y debía aprovechar que Liam estaba rendido en su cuna.

Me despedí de Mane y de la servidumbre que extrañamente habían quedado encantados conmigo. Era la primera invitada que peleaba por lavar su plato y levantar la mesa.

Fue un día muy interesante.

Al llegar a casa me duche y decidí irme a la cama temprano, mientras me acurrucaba entre aquellas mullidas sabanas de color beige, sopese un poco la situación, debía ser un cambio duro para Liam pero supongo que mas para su tío Stefan, ya que un libertino no cambia de vida tan fácil, sin importar que.

Pensé en el favor que me pidió Mane. ¿Acaso yo sería la única estabilidad en la vida del pequeño?.

No lo sabía como tampoco sabía si estaría siempre en la vida de Liam. Por más que le quisiera yo tenía planes para mi vida, planes que nunca dejaría así de la nada.

Era una sensación para nada agradable llegar a ese sentimiento...