Encerrada...

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Zamira

Al llegar a casa no podía con el cansancio físico y mental, aquello había sido sumamente desastroso, incluso nos dejaron en libertad ya que tras las rejas nos seguimos peleando como marginales.

Hijos de su mala vida, yo por mi parte no tenía ni idea de que Samaniego y Anaila tenían sus queveres era algo difícil de creer.

Eran como el agua y el aceite cual de los dos más incompatible, lo cierto era que el Juez había sido demasiado condescendiente, sabía que en el fondo le divertía me conocía desde que ensuciaba pañales y sabia que no era para nada una persona fácil.

Observé a mi pequeño mientras dormía Grissel se había ofrecido a hacerse cargo de él. ya que nadie más podía Roderick estaba fuera del país en un taller, y las demás chicas estaban en su mundo, últimamente después de Barbarella se comportaban raras y siempre tenían un misterio, antes nos tomábamos nuestros móviles ahora ya ni eso.

Se ponían de enojadas como no tienen una idea, como si hubiese algo allí que nadie debiese ver.

Ni que en sus móviles estuviera el secreto del santo grial. Pendejas de mierda.

Grissel se quedaría a dormir en casa y no perdió oportunidad de sacarme información de cómo había ido todo.

Le conté con lujo de detalles en la cocina mientras cenábamos y sus expresiones iban del asombro al llanto de la risa por momentos.

̶ ¡Maldición! Debí  de haber estado allí. – Dijo con expresión extasiada.

̶ Sí... . –Dije desganada.

Mientras me contaba cómo se había comportado el lunático dueño de mi amor no pude evitar pensar que no tenía tiempo, esto debía resolverse ya.

Se acercaba el final del semestre y con ello los exámenes especiales para la especialidad ya que el estado había aprobado los malditos exámenes únicos.

Lo cual dejaba de lado la pasantía y el adquirir experiencia para tu vida de medico.

Jodete Ministerio de salud!. Pensaba en mi fuero interno.

Me iría fuera del país si lograba pasar y estaba segura como el demonio que pasaría, quería todo resuelto para llevar a Liam conmigo pero con la custodia compartida aquello no sucedería.

Me iría por años y aquello el infeliz de Stefan no lo permitiría.

̶ ¿Crees que si hablo con Stefan acepte dejarme a Liam?. – Pregunté interrumpiendo su dinámica historia de cómo Liam le había dejado el pelo peor que medusa con cola de pegar y las horas que duro lavándose el pelo.

Liam tenía cierto sadismo y el blanco preferido de sus maldades era Grissel todo le pasaba a ella.

̶ No lo hará. – Dijo pesarosa a la vez que se mordía el labio con expresión pensativa.

̶ ¿Y si le explico?.

̶ Quizás...

̶ Iré a verle mañana. – Dije levantando mi plato.

̶ Ten cuidado y no digas y hagas nada que te pueda poner en aprietos. – Dijo levantándose igual.

Un poco tarde en la mañana decidí llamarle a Stefan y quedamos de vernos en su casa, no muy conforme acepte.

¿Gigolo?Onde histórias criam vida. Descubra agora