(Quiero dedicar este capitulo a la mente detrás de la escena que a continuación leerán, nació de la nada para ser un todo y la amo por que me evito escribir una escena para la que no estaba preparada, y cuando me la facilito me pareció perfecta, gracias a ella culmine con Barbarella que mucho trabajo me costo escribir ya que si somos estudiantes de medicina y el estrés nos tiene un poco mal en especial a mi, niurkanolasco gracias por ser parte de esto... te super amo. y espero con el alma que les guste un millón de besos y gracias por ser parte de esto sin ustedes esto no seria lo que es)
Se acercó y sin censura robo mis labios, no lo detuve yo estaba más deseosa que él.
Me empujó a la pared dejándome sin escapatoria, me besó a ritmo conmigo, sentí su húmeda lengua deslizándose por mis labios y entrando en mi cavidad, era traviesa, jugaba con la mía y la emociona.
Sentí su mano recorrer mi cintura mientras su boca se alejaba para apoderarse de mi cuello.
Gemí, su mano jugaba con mi seno por debajo de mi blusa
-Eres tan deliciosa. – Susurró. Con mis manos libres subí mi blusa de tiros, llevaba sostén estraple y lo quitó de mi pecho sin chistar aprovechando para lamer mi pezón.
Primero lamio lentamente mientras yo gemía y posaba mis manos en su cabellera azabache y suave.
Sentí sus dientes tirar de ellos y luego sus labios chupando y tirando , con su otra mano tiraba del pezón restante y le masajeaba, me sentía desesperada, mi lívido aumentaba más y más, tiré de sus cabellos para que parara y volviera a besarme y así lo hizo, aproveché para despojarlo de su t-shirt y tomar un poco el control, lo empujé guiándolo a la cama haciendo que se sentara en el borde, lo mire con todo mi fuego y lujuria desencadenada, el solo observo mis movimientos.
Me acerqué a él y bese su cuello, baje lentamente por su pecho con besos y mordidas cortas.
Llegué a sus jeans y los desabroché, comprendió lo que quería y se movió rápido ayudándome a sacarlo.
Y ahí estaba, duro y grueso frente a mí, dirían que soy una golosa pero diablos! Sí que me prendía tenerlo ahí.
Primero toquetee un poco con movimientos lentos de arriba abajo mirando sus expresiones, lo noté un poco tenso pero no basto, lamí la punta lentamente viendo su cara de sufrimiento, mientras más lento lo hacía más sufría, sabía que él quería tenerlo dentro de mi boca pero quería desesperarlo, que no aguantara, lamí y besé poco a poco todo su alrededor, de pronto sentí su mano tomarme por el pelo y con la otra tomó su miembro, y con fuerza lo introdujo dentro de mi boca, seguí molestándolo, me moví de arriba a abajo mientras mi lengua recorría su punta en el interior, me soltó y gimió fuertemente, noté como había sucumbido a mi ritmo el cual aceleré, parecía incontrolable y lleno de lujuria.
Fruncía el seño y gemía, me miraba y quería volverse loco, verlo así tan débil y dominando me hacia prenderme en fuego, me hacía sentir deseosa y mi intimidad se humedecía, sentía una necesidad obscena de tenerle dentro, en ese momento sentí su agarre de nuevo y tiro de mi cabello sacándolo de mi boca.
-¿Qué pasa? ¿No lo hice bien?. – Pregunté con falsa inocencia.
̶ Te conozco linda, sabes que lo disfrute. – Sonreí tras su comentario y en un parpadeo estaba tumbada en la cama.
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¿Gigolo?
Novela JuvenilZamira Monte Cristo es una estudiante de medicina y una joven poco usual, con un carácter extremadamente fuerte e imponente últimamente se siente desubicada. no tolera a sus amigas, sus cinco estrellas de la suer...