Capítulo 7

554 99 24
                                    

Christopher

Revelar un secreto siempre va a tener consecuencias.

Las expresiones de todos me indican que debo hablar. Lo importante está dicho pero hay quienes merecen una explicación así no tenga mucho que explicar. Mis razones para lo que hice cualquiera podría deducirlas pero en ocasiones es mejor decir claramente las cosas y no dejarlas a la interpretación.

―En ocasiones es necesario tomar decisiones por el bien de lo que amamos aunque sepamos que otros saldrán heridos ―comienzo, mas no hay en mi una pizca de arrepentimiento. Hice lo que tenía que hacer. ― Eso fue lo que hice hace quince años porque sabía que más temprano que tarde obtendría el puesto que deseaba y no podía permitir que algún hijo de perra se acercara a mi pequeña con la intención de joderme, por eso lo arreglé todo de la manera en que lo hice ―no doy más detalles, no son necesarios. Me limito a fortalecer la unión entre mi mano y la de mi hija mientras veo las reacciones a nuestro alrededor.

Mila nos observa descolocada. Mi intención no era ocultarle cosas al inicio de nuestra relación pero el que intentaran secuestrar a mi hija una noche que la dejé con la niñera por salir con mi actual esposa me hizo cambiar de parecer y fue lo mejor. Los años me demostraron que no me equivoqué. Quizá de haber actuado diferente mi mujer no habría aceptado a Atenea tan rápido como lo hizo en su momento siendo una niña al punto de influir en su hija para que se hicieran amigas. Sé que aquello lo hizo más por lástima que por buena persona pero me convenía que fuera así.

Alyssa nos mira atónita y no es para menos. Creció creyendo que Atenea solo era la hija de los vecinos a quien le tocó vivir una trágica historia familiar y que por eso era que yo le permitía frecuentar la casa en cada verano, algo totalmente erróneo pero que me ayudaba a estar cerca de mi hija al menos dos meses cada año. Incluso Aly una que otra vez viajó a México conmigo a celebrar los cumpleaños de su amiguita sin sospechar la verdad pues para nadie es un secreto que siempre he tratado a Atenea como a una hija o una sobrina. Solo que nadie sabía el porqué hasta hoy.

―¿Entonces ella es tu hija? ―Rompe el silencio Maximilian haciéndome dirigir mi atencion hacia él.

―Sí. Atenea lleva mi sangre ―confirmo fuerte y claro, no solo para él sino para los demás.

―Lo supe desde que los vi juntos ―afirma. ―Desde antes sospechaba que había algo raro pero jamás pensé que fuera esto. De hecho y aunque sé que no es de mi incumbencia, quisiera saber el motivo de que llevéis diferente apellido. Atenea es Martínez y tú Müller, hay algo que se me escapa ―indaga y no me sorprende. Si le dí a él la comandancia europea fue por sus habilidades y el ver lo que otros no es una de ellas.

Me dispongo a responder pero mi hija se adelanta.

―Esa pregunta puedo respondertela yo, Maximilian. Si lo piensas es bastante obvio. Papá no quería que nadie se enterara de mi existencia después de que mi progenitora se largara. Él tenía demasiados enemigos para arriesgarse y el hecho de conocer a tu suegra dos años después de estarme cuidando él solo pues fue lo que lo impulsó a armar un plan para desaparecer todo rastro de mí. Hizo papeles nuevos para mí y deje de ser Atenea Katerina Müller Martinez para convertirme en Atenea Martínez Schneider solamente. Usó sus influencias para desaparecer la evidencia de su matrimonio con Hela y el nacimiento de una hija fruto del mismo. Contrató a una pareja de agentes de FIEM mexicana para que se hicieran pasar por mis padres el tiempo suficiente para que su nueva familia no sospechara, me hice amiga de su nueva hija y cuando ya me había ganado a su mujer hizo creer a todos que mis supuestos padres habían muerto trágicamente. Mi tío Alex, que en aquel momento era un empresario del sector armamentista, y él lo planearon todo de manera que pudiera continuar cerca de mi padre sin que nadie nos relacionara directamente como padre e hija. Y por  muy feo que suene con eso el blanco pasaría a ser la hija de su mujer y yo podría vivir en paz, preparándome para lo que me deparaba el futuro porque nada fue una casualidad. Si entré a la FIEM es porque ya se sabía que lo haría, padre me habia preparado, a lo largo de mi niñez temprana y más tarde en sus escapadas a Mexico o en las vacaciones que volvía a Alemania, para ser la mejor en lo mío y realmente puedo decir que estoy conforme con el resultado ―expone sin decir algo que sea mentira.

Peligrosa Atracción [Próximamente en físico y ebook]#PGP2024 #POFG2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora