Capítulo 34

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Maximilian

Si hace tres días me hubieran dicho que terminaría cuidando a una niña y que eso me gustaría le habría mandado a ingresar en un psiquiátrico por demencia pero la realidad hoy es otra.

No voy a decir que ha sido la mejor experiencia que he tenido, sin embargo, vivirla con Atenea la hace diferente a cualquier otra porque con ella cada cosa que pasa la veo con nuevos ojos. Lo que antes no me importaba ahora sí y viceversa, ya sea para bien o para mal aunque el bien no sea lo que más me interese porque lo que le he dicho no es mentira.

De ella quiero, ansío y deseo sacar a relucir su versión más déspota, destructiva y peligrosa.

Puede que para otros sea un error liberar a la bestia que en cada Müller habita, algo de lo que decidí disfrutar en cuanto supe quién era realmente, mas para mí no es tal cosa ni lo será jamás. Deducir que su lado más caótico es algo que pocos pueden y podrán manejar es acertado así como lo es darse cuenta de que siempre es mejor dejar salir lo peor de las personas en circunstancias controladas a dejar que por un error esto suceda en momentos poco adecuados en los que quienes no deben puedan resultar heridos y eso es lo que me dispongo a evitar que pase.

Atenea en las manos adecuadas es un arma poderosa aunque más que un arma para mí sea una compañera que es capaz de ayudarme en mis objetivos los cuales a pesar de que no lo sepa también son los suyos. Ambos ansiamos el poder, quiza por motivos diferentes, pero eso no hace diferencia alguna debido a que más temprano que tarde juntos reinaremos tal y como debe ser. Ella como mi reina y yo como su rey oscuro, eso es uña realidad inminente lo quiera o no porque su decision ya no es desde que cedió a mis deseos carnales y pecó conmigo en mi sala de juntas abriendo una puerta que al mismísimo infierno la va a conducir arrebatándole el alma en el camino porque cuando yo voy por algo me aseguro de llevármelo todo y eso es lo que con ella haré.

La voy a encadenar a mí de mil y un formas de tal modo que jamás va a poder estar lejos de mí por demasiado tiempo y no es por un simple capricho. No. Hay mucho más que eso detrás de mi decisión.

Pese a no saberlo, es mía desde que puse mis ojos en ella y lo seguirá siendo cada día mucho más. No por posesión sino por obsesión, una que intuyo ya sabe que ha provocado o al menos que quiere que surja. De lo contrario no estaría jugando conmigo de la manera en que lo hace.

―Ey, Max ―me llama atrayendo mi atención que de la película totalmente se había desviado.

Sacudo la cabeza ligeramente a un lado y al otro mientras recuerdo qué me condujo a este punto estando en la misma cama que Atenea sin poderla tocar por culpa de la presencia de la revoltosa en medio de la cama separandonos.

―¿Ya se durmió? ―Pregunto deseando que la respuesta sea un sí.

Artemisa es incansable, tanto que parecía que tuviera pilas inagotables. Estuvo jugando con Thunder luego de la cena en la que cabe destacar que comió hasta saciarse a pesar del helado que minutos antes yo mismo le había dejado comer y, para rematar, se zampó también mi helado que en teoría tenía que ser el de la hermana pero no me iba a rebajar por un mísero tarro de helado cuando puedo tener una maldita fábrica de ellos si me apetece. Además de su tiempo de juegos, nos hizo ver dos películas animadas de la famosa franquicia de Barbie y aún así no tenía aspecto de estar dormida o cerca de estarlo hasta ahora según lo que veo al mirarla con la cabeza sobre el abdomen de la pelinegra y sus ojos cerrados.

―Eso creo ―susurra para no despertarla por error.

«Ya era hora.»

Con mucho cuidado retira la cabeza de la rubita de su regazo y la deposita sobre el colchón suavemente de manera que queda encima de las almohadas de plumas. Coloca un edredón encima del menudo cuerpo y con suma precaución se levanta, camina en silencio hasta llegar a la mesita de noche que se encuentra a mi lado para llevarse el oso de peluche color blanco que en esta se encontraba y lo pone al lado de la niña de forma tal que ahora el muñeco ocupa el espacio de la capitana en la cama.

Peligrosa Atracción [Próximamente en físico y ebook]#PGP2024 #POFG2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora