Capítulo 27

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Maximilian

Jamás se me pasó por la cabeza cuidar un niño pero ahora resulta que mi capitana cree que soy niñero porque ha transcurrido más de media hora desde que estoy en una de las habitaciones del penthouse cuidando del sueño de la enana revoltosa y aún ni señales de la hermana.

No diré que me preocupa que algo le haya sucedido porque sé que es más que capaz de deshacerse de cualquier problema que se le presente y eso claramente incluye a mi casi ex suegra quien por alguna razón lucía particularmente interesada en hablar con Atenea; eso si que no me da buena espina. Presiento que lo que sea que haya querido hablar con la pelinegra de bueno ha de tener poco o nada y siendo sincero me asusta pues debe ser algo verdaderamente grave para que haya tenido que venir hasta aquí teniendo en cuenta la pésima relación que existe entre madrastra e hijastra. Y lo peor de todo es que se trata de Alyssa la conversación. Eso sí que me preocupa bastante.

De repente el sonido de unos pasos me alerta e instintivamente agarro la culata de mi pistola pero me relajo al ver a la persona que se adentra en las penumbras mínimamente iluminadas por un par de lámparas de mesa.

―Pensé que iba a tener que quedarme a dormir ―murmuro cuando se inclina a besar la frente de Artemisa que está plácidamente durmiendo a mi lado luego de un esfuerzo titánico de mi parte pues en cuanto logré dejarla en la cama se despertó y lo único que se me ocurrió para que volviera a cerrar los ojos fue contarle un cuento que en cuestión de minutos tuve que inventar.

A mí nunca me contaban historias para dormir así que es lógico que no conozca ninguna pero pese a eso una vez más quedó demostrada mi capacidad para salirme de líos fácilmente.

―Lo siento ―articula tan bajo que me cuesta entender sus palabras. ―No creí tardar tanto ―explica volviéndose a erguir rozando accidentalmente mi cara con su cabello en el trayecto y aprovecho el momento para aspirar disimuladamente el olor que envuelve su cabellera.

«Chocolate.»

―No te preocupes ―mascullo en tanto intento zafarme del agarre de la latosa que se aferra a mi como si yo fuera un muñeco de peluche. ―¡Joder! ―Gruño unos segundos despues al darme cuenta de que mientras más intento irme más fuerte me aprieta la enana.

Escucho una risita ahogada y alzo la vista encontrándome con Atenea intentando contener la risa que le provoca verme en esta situación. La fulmino con la mirada en tanto vuelvo a intentar zafarme y fallando brutalmente en el intento pero me quedo inmóvil cuando escucho a la cría murmurar algo en sueños.

―No te vayas, papito. No me dejes con ella ―solloza apretando más su agarre e inmediatamente cuando detallo su rostro veo dos solitarias lágrimas deslizarse por sus mejillas. ―No. No. Yo no quiero hacerlo. Déjame ―dice esta vez más fuerte. Se remueve agitada en la cama soltandome en el proceso pero me quedo clavado en mi sitio. Algo que desconozco me impide levantarme y hace que mis manos vayan a parar al cabello de Artemisa para acariciarlo suavemente esperando que ese simple gesto logre tranquilizarla y para mi sorpresa lo hace porque de repente se queda en silencio y deja de moverse.

Llevado por mi instinto médico cuento el número de inspiraciones y expiraciones en un minuto notando que la frecuencia respiratoria de la niña a mi lado volvio a la normalidad lo cual significa que el mal sueño terminó. Desvío la mirada hacia Atenea que luce tan confundida e impactada como yo y apuesto a que ambos tenemos la misma pregunta rondando en la cabeza pero puede que yo sea más capaz de darle respuesta a la interrogante que ella gracias al tiempo que pase con la cría en la mañana.

Quizá no debería entrometerme en el asunto. De hecho, ni siquiera tendría que importarme. Sin embargo no puedo obviar que algo con esa niña no va bien e intuyo que sus padres tienen gran responsabilidad en ello y debido a eso hay una parte de mí que siente la obligación de llegar al fondo del asunto y, de ser posible, evitar que la dañen más de lo que ya está porque ahora puede haber solución pero dentro de unos años no la habrá. Estoy convencido de ello.

Peligrosa Atracción [Próximamente en físico y ebook]#PGP2024 #POFG2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora