Capítulo 22

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Atenea

Encontrarme con Hela en ese pasillo tiene que haber sido cosa del destino.

Creo que algo relativamente bueno he debido hacer en esta vida para que en mi camino se apareciera mi progenitora con esa cría de ojos negros y cabello platinado porque a pesar de ni conocerla intuyo que se va a convertir su llegada en una bonita casualidad para mí.

Cualquier otra persona en mi posición puede que hubiera reaccionado diferente pero fue imposible contenerme al ver a mi madre llevando de la mano a la pequeña. El amor con el que la miraba y escuchar cómo le decía mamá a la misma mujer que a mí me abandonó movió fibras en mí que ni sabía que existían y fue lo que me impulsó a enfrentarla antes de que fuera demasiado tarde debido a que en el momento en que la ví yo iba entrando al edificio principal y ella se disponía a salir de él. El motivo de su presencia en las instalaciones no me molesté en averiguarlo. Mi objetivo era saber si en verdad esa niña era mi hermana y no tuvo otra opción más que admitir el lazo que me une a la pequeña. Luego de una acalorada discusión, que no fue frente a Artemisa porque la envié con un soldado para la oficina de Maximilian, aceptó renuentemente que pasara unos días con mi hermanita, no sin antes advertirme que no la tendría fácil.

Ahora solo me queda hacer mi mejor esfuerzo para ganarmela y aprovechar esta oportunidad de la vida. Quizá me esté equivocando con esto, puede que incluso salga mal pero no me perdonaría desperdiciar el chance de tener a una mini persona que de verdad me quiera por lo que soy realmente de manera incondicional porque eso es lo que hacen los niños, amar sin condiciones, y a mí me ha pasado eso de no saber que necesitaba amor hasta que la he visto y sabido que era mi familia. Puede que su madre sea lo peor que existe pero tengo que reconocer que al menos algo bueno supo hacer y espero en verdad que no le haga lo mismo que a mí porque soy capaz de buscarla hasta en la Patagonia con tal de que no deje a la deriva a la pequeña que no se lo merece.

Pero no puedo negar que me jode. Me jode que no me haya contado, me jode que le haya sembrado ideas equivocadas de mí porque sé que lo ha hecho. Esa mujer me detesta sin motivo alguno y por mucho que haya dicho que el nacimiento de Artemisa la cambió para mí sigue siendo la misma y comienzo a odiarla por eso.

Con los pensamientos a millón y las emociones a flor de piel me abro paso avanzando desde el primer piso al último. Subo por las escaleras de emergencia evitando cruzarme con cualquiera, tardo más de lo normal pero no me importa. Al llegar al último tramo de escaleras apresuro un poco la marcha y me lanzo al pasillo. Paso de largo la puerta que da a la oficina del coronel y al final del pasillo doy con el acceso a la oficina del tío más importante que tiene Europa.

A Lisa ni me molesto en mirarla, sigo de largo atravesando su sitio de trabajo; que consiste en una oficina previa a la del comandante, y una vez estoy parada frente a la puerta empiezo a tocar esperando que me abran. Transcurren un par de minutos y nadie contesta del otro lado. Toco con más insistencia y justo cuando empiezo a desesperarme Maximilian abre de un tirón. Ni siquiera le saludo, voy directo a donde se encuentra la pequeña cabellos de oro y sin vacilación me pongo de rodillas frente a ella.

Su carita me observa con intriga y recelo al mismo tiempo como es lógico al no conocerme. De mí solo sabe que detuve a su mami en el pasillo que da a la salida y la mandé con un total desconocido para que otro la vigilara mientras hablaba con Hela.

Tomo aire y me preparo para algo que me pone más nerviosa que ser parte de la vanguardia en un escuadrón de kamikazes.

―Mami se ha tenido que ir pero te quedarás conmigo por unos días hasta que regrese, ¿quieres? ―Comienzo diciendo y hace pucheros como si se fuera a poner a llorar. Maldición. ―No te pongas así, Artemisa. Te voy a cuidar muy bien, te llevaré de compras y a tomar helado, ya verás. Si quieres podemos ver alguna peli. Hacemos lo que tu quieras, ¿vale? Pero quédate conmigo, déjame conocerte ―digo intentando no sonar muy desesperada pero tengo la sensación de no haberlo hecho muy bien.

Peligrosa Atracción [Próximamente en físico y ebook]#PGP2024 #POFG2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora