10: DLMLU.

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babybooks, holi. Lamento la demora, sé que no me extrañaban pero bueno, acabo de escribir todo esto en una sentada, o al menos la mayor parte, y no era para nada lo que planeaba, así que sólo tomen su manta favorita, un tecito y su papel de rollo c:

ADVERTENCIA: Escena completamente innecesaria de sexoooo que me tomó 3 días escribir así que perdón si se lee muy desganada ;-;

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"Antes de que me diera cuenta, ya estaba herido. Todavía siento el veneno de lo que fue nuestra relación." -Stray Kids.

...

Por regla general, a Jisung no le gustaba mucho estar solo, demasiado ruido en su cabeza lo desquiciaba así que prefería pasar tiempo con alguien, aunque fuera en silencio, sabiendo que esa parte de su cerebro que nunca paraba se concentraría en la presencia de la persona y dejaría descansar a Jisung en paz.

No obstante, en los últimos meses añoraba pasar tiempo a solas, a veces lo imploraba, simplemente porque lidiar con las cosas se volvía más fácil cuando no había ojos escrutadores que estaban pendientes a cada uno de tus movimientos; si bien su cerebro seguía sin callarse, la tortura se volvía más sencilla que el dolor físico al que se sometía.

Esa mañana era una de esas en las que agradeció estar completamente solo; Chan había arrastrado a Jeongin al gimnasio a primera hora de la mañana con la excusa de ir a desayunar justo después, y había intentado arrastrar a Jisung también pero este usó la excusa de tener algunos pendientes por atender, juntas con Moonbyul con las que aún tenía que lidiar, así que Chan lo dejó estar.

A veces era demasiado fácil mentirles, especialmente a Chan, cuando prefería darle su espacio en lugar de presionarlo.

El sobre que encontró esa mañana en su correspondencia fue abierto una vez que se aseguró que ninguno de ellos iba a regresar. Un citatorio jurídico para presentarse dentro de dos semanas debido a la demanda hacia el señor Choi Junseo por abuso doméstico hacia el señor Han Jisung.

Tenerla en sus manos hacía que el problema fuera algo real y el ruido en su cabeza era como miles de avispas aguijoneando cada superficie posible, causando tanto dolor en Jisung que sólo quería que pararan, pero ya había agitado el panal e iba a ser imposible que ellas no le lastimaran. Solar no estuvo muy feliz cuando Moonbyul le mostró el historial médico, llamó enseguida a Seungmin para que la demanda procediera.

Arrojó los papeles a la mesilla de noche y se cubrió el rostro con ambas manos, sollozando, colocando la palma de ambas contra la cuenca de sus ojos en un intento de frenar el llanto, regresarlo por donde había aparecido, pero sólo seguían saliendo más y más lágrimas desesperadas mientras las sombras de su ansiedad hacían sonidos chirriantes en su cerebro, gritándole que fue su culpa.

Si se hubiera ido la primera vez.

Si se hubiera defendido la primera vez.

Si no hubiera aceptado el primer ramo de flores.

Si no hubiera creído que lo amaba.

Entendía que, de alguna manera, nunca significó lo mismo para Junseo. Quizá lo amó a su manera, de alguna retorcida y enferma manera, quizá le importó al principio, pero nunca fue igual a lo que Jisung sintió por él porque hizo todo para que Junseo se sintiera digno, para que entendiera que era él quien salía con el gran J.One y no todas esas personas de las que se ponía celoso.

—Si eres mío, ¿entonces por qué no puedo tenerte del todo, Jisung? ¡No es justo!

Muchas veces la realidad supera la ficción y eso hace que nuestro cuerpo se tome un momento para reaccionar, intentando asimilar que el escenario que estaba ante él de verdad estaba sucediendo y no era sólo producto de nuestra imaginación. Intentando convencerse de eso, Jisung colocó sus dedos sobre los moretones en sus brazos que aún no se borraban y presionó con fuerza hasta sentir el escozor hormiguear por su piel, su sistema nervioso tensándose ante el mordisco de dolor que le recorrió recordándole que estaba muy despierto y muy vivo.

El Favorito de Apolo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora