41: Love Me or Leave Me.

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ADVERTENCIA: Comenzaremos a abordal el trastorno alimenticio de Hyunjin así que este cap es como...se sigue haciendo alución pero sigue sin ser tan específico, para que ustedes lo tengan en cuenta

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"Hasta que te escuche decirlo, no puedo renunciar a ti." -Lee Know cover.

...

Dicen que la definición de locura es hacer una misma cosa una y otra vez esperando un resultado distinto, y quizá dentro de esa misma locura esperas que los factores den un resultado diferente, pero las matemáticas complicadas siempre han declarado que el orden de los factores no altera el producto.

Todo eso nos lleva a ese momento en medio de la semana, ninguno de los implicados parecía sorprendido cuando se descubrieron a sí mismos alzando la voz hasta convertirse en gritos en toda regla, yendo de un extremo a otro sin importarles el escándalo que podrían causar para alguien más.

Aunque si llegasen a preguntar por qué peleaban, no creo que alguno fuera a recordarlo; ¿fue por otro mensaje sin responder? ¿Acaso se trataba del cesto de ropa sucia que no parecía limpiarse sola? ¿O era una competencia sobre quién estaba más cansado? Adelante, trata de adivinar, no es la primera vez que se encuentran gritando al atardecer por cualquier cosa, ambos como dos campos minados que cualquier paso en falso les hacía estallar.

— ¡También estoy cansado! ¡No me la paso sentado todo el día sin hacer nada!

— ¿Y yo sí? ¡Estaba ocupado! Si hubieras lavado los malditos platos en la mañana-

— ¡No! —, aquella negativa resonó firme y contundente en la habitación.

Seungmin estaba acostumbrado a todos los estados de ánimo de Hyunjin, le gustaría decir que ha llegado a conocerlo de mil formas distintas y amado a todas ellas, pero si no terminaba por acostumbrarse a uno, era a la ira que refulgía en sus ojos hasta volverlos más oscuros y vacíos, distante, provocando que la réplica que Seungmin tenía preparada se ahogara en la garganta.

En algún lugar entre la cocina y la sala, Kkami lloriqueó en respuesta a la tensión que emanaba de ambos.

—En ningún momento te he maldecido, no empieces tú—, advirtió Hyunjin con voz tensa.

—Le decía a los platos—, intentó excusarse Seungmin, sabiendo que Hyunjin no se refería a eso.

Sin evitarlo, rodó los ojos con fastidio y chasqueó la lengua, llevándose un par de dedos al tabique de la nariz mientras sentía un sordo dolor de cabeza comenzar a crecer detrás de los párpados.

Estaba ahogándose en casos, los que pospuso para concentrarse en el de Jisung; su padre llamaba para pedirle que cuidara a Alice una semana cuando su hermana viniera de visita para navidad porque ella y Jackson estaban viendo la posibilidad de mudarse de manera más permanente; tenía al señor Hwang mordiéndole el trasero constantemente con un caso en particular con el que Seungmin estaba teniendo problemas, tenía que ir a pagar las facturas del mes antes de atrasarse y su madre también seguía insistiendo con los arreglos de la casa que ya había comprado.

Claro que Seungmin no se dedicaba a sentarse en el escritorio y verse bonito, así que tal vez olvidó lavar los platos al llegar a casa de la oficina; tal vez asumió que Hyunjin ya estaría en casa, para variar, y podría hacerlo cuando no lo hizo en la mañana. Tal vez fue mucho esperar un maldito respiro en la casa.

No obstante, sus gestos parecieron ser la gota que derramó el vaso, haciendo que Hyunjin, precisamente, arrojara el vaso al lavadero importando poco si se rompía.

El Favorito de Apolo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora