El Favorito de Apolo.

54: The Alchemy.

Bueno, en vista de lo largo que es este capítulo, habrá otro más que aborde la boda (no tendrá la misma canción por eso no le puse parte 1)

El cap está más centrado en Minho y su relación con Tom y Micaela, por lo que espero (y deseo) que en el siguiente ya salga más 3 RACHA

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"¿Dónde está el trofeo? Él sólo viene corriendo hacia mí." -Taylor Swift.

...

Era septiembre, el viento comenzaba a enfriar y los árboles se teñían de un suave color amarillo antes de dar paso al borgoña y ocre característico del otoño. Minho miraba de forma contemplativa la ventana de la cafetería mientras Micaela, frente a él, leía lo que parecía un guión de algún proyecto a presentar.

A pesar de que el clima no era tan cálido como lo fue hace un par de meses, Micaela tenía el cabello sujeto con una pinza en un desordenado moño del cual escapaban tantos mechones que Minho no encontraba el sentido de decir que lo traía recogido, usaba la chaqueta de un equipo universitario de California, y hacía que los demás estudiantes se dieran la vuelta dos veces para contemplarla porque era tan guapa que incluso Minho se cuestionaba si de verdad era gay o seguía teniendo cierta atracción a determinado tipo de mujeres.

—Cindy dijo que me dieron el papel sólo por bonita—, murmuró Micaela con el ceño ligeramente fruncido.

—No es tu culpa que Cindy sea fea—, respondió Minho con aburrimiento, revolviendo su ensalada y mirando a su mejor amiga—. ¿Te hizo sentir mal?

—Sé que soy buena en lo que hago, me partí la espalda para entrar, y chicas como Cindy siguen diciendo que sólo sonrío y me dan las cosas—, Micaela arrojó las hojas del libreto que leía a la mesa y miró a Minho con ojos molestos—. ¿Sabes cómo lo resolveríamos de donde vengo?

—Ya te dije que no puedes arrancarle la cabellera a Cindy sin meterte en problemas.

Micaela chasqueó la lengua, fastidiada, mientras Minho la miraba con una sonrisa ladeada; siempre estaría agradecido por el día en que pudo encontrar a Micaela en una página de roomies, más cuando ella confesó que también estaba esperando iniciar su año en Juilliard. Eran tan parecidos y diferentes, juntos atraerían la atención allá a dónde fueran pero Micaela siempre sería el centro del huracán mientras Minho seguía permaneciendo al margen.

La amaría toda su vida, de eso estaba seguro.

Y no era como con Chloe, aunque aún se enviaba mensajes con su amiga francesa pero cada año eran cada vez menos por lo ocupados que estaban. Chloe fue más pasajero, una amistad que guardaría en lo profundo de su corazón y recordaría con alegría cuando el tiempo pasara porque Chloe estuvo cuando el corazón de Minho sangró como nunca antes.

Pero Micaela, ella era toda la vida de Minho. Abrazaría a Minho cuando el estrés que la escuela provocaba fuera demasiado, lo sacaría de su zona de confort y lo llevaría a los lugares que ni siquiera imaginó pisar y jamás se alejaría de su lado. Micaela lo miraría con ojos de ese azul tan profundo e infinito y sonreiría y Minho la seguiría porque adoraba a esa mujer.

—Tal vez esté celosa porque no aceptaste salir con ella—, decidió la pelinegra con un encogimiento de hombros.

—Soy gay—, el bailarín tuvo la amabilidad de recordar con una pequeña sonrisa burlesca—. Que piense que tú y yo jodemos es su problema.

—Estoy segura de que todos lo piensan a pesar de que Tom viene cada que puede.

—Y aún así tienes a todos estos estúpidos haciendo fila—, señaló Minho, apuntando con su tenedor a los chicos a su alrededor que no tenían recato en mirar a Micaela—. Tu novio mide como dos metros y pesa como 120 kilogramos, pero aún así creen que pueden con él.