11: Francesca

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Es divertido que la imagen en multimedia representa exactamente a Minho en una escena jsjsjs

No sé si estoy muy segura de lo que escribí, y eso que borre baastantes páginas, pero bueno, aquí está y aquí estamos y quiero culpar a Hozier por lo que salió, y a un usuario en twitter que me funó por procrastinadora -_-

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"Todavía me sorprendería poder encontrarte, cariño, en cualquier vida." -Hozier.

...

El ruido era abrumador, llenaba de neblina su cerebro y hacía que fuera muy difícil diferenciar entre los pensamientos intrusivos y una simple idea, no obstante el medicamento funcionaba, era como una enorme aspiradora que se llevaba la neblina y permitía que Jisung pudiera descifrar sus pensamientos y desechar las ideas intrusivas que amenazaban con germinar.

Por lo tanto, apenas Jeongin logró darle su medicamento, Jisung se encerró en su habitación sin darles una segunda mirada, ni siquiera a ese hombre que tanto había extrañado porque estaba avergonzado. No quería que Minho lo viera en ese estado, notara sus errores y lo mucho que dolían, tampoco quería que viera a Jisung a punto de perdonar al hombre que le lastimó, era demasiado vergonzoso.

Envuelto en sus mantas, escuchó lejanamente la llegada de Moonbyul y Solar, los gritos de Chan respecto a la seguridad del maldito edificio, los ojos de Jisung llenarse de lágrimas cuando lo escuchó pedirle que se calmara.

El veneno en su corazón punzaba, ardía como lava en sus venas y quemaba de manera dolorosa pero Jisung no conocía más, quería ir y pedirle que volviera, que lo haría mejor, que no se fuera porque Junseo era el único que nunca quiso dejarlo, que amaba a Jisung sobre todas las cosas y siempre intentaba luchar para que permanecieran juntos.

Tiró con más fuerza de las mantas hasta cubrir su cabeza por completo, los gritos de Chan y Solar cada vez más fuerte, haciendo que Jisung tuviera la necesidad de abrazarse a un peluche y recordarse que no era su culpa, no era su culpa, todo estaría bien y ellos dejarían de gritarse porque no era culpa de Jisung, ¿verdad? Sólo amaba a alguien que no expresaba de forma correcta su aprecio, sólo se enamoró ¿por qué estaba mal?

Sintió las lágrimas deslizarse de manera silenciosa desde la comisura de sus ojos hasta desaparecer en la almohada, una tras otra cayendo al igual que gotas de lluvia en el cristal. Hueco, Jisung ni siquiera sentía la tristeza, era como si en su interior hubiera un enorme agujero negro que absorbía todo, haciendo que él se sintiera un cascaron hueco. No encontraba en él la fuerza necesaria para dejar de llorar, y ya ni siquiera le importaba.

Escuchó la puerta ser abierta y debería importarle, al menos en cierta parte, pero no lo hizo. Escuchó sus pisadas, su respiración silbante, el susurro de su ropa y Jisung sintió más lágrimas deslizarse por su rostro hasta empapar su almohada. Una lágrima tras otra por cada día que no estuvo a su lado, por cada persona que observó en la multitud esperando que fuera él, por cada vez que no pensó su nombre simplemente porque dolía la idea de él.

Sintió el peso de su cuerpo sobre el colchón, la forma en la que se recostó detrás del bulto que era Jisung en sus sábanas y sus brazos atraerlo a él. Aún encajaban, seguían siendo esas dos piezas de un rompecabezas con un paisaje distinto, pero su toque picaba, hacía que el fuego en su interior ardiera con más fuerza, la sangre latiendo debajo de sus moretones aceleraba su ritmo hasta que Jisung no podía sentir otra cosa.

No habló, al menos no al principio, simplemente se recostó con él colocando sus piernas detrás de las rodillas de Jisung, su brazo cayendo pesadamente sobre su cintura mientras el otro serpenteaba bajo la almohada hasta descansar bajo su cabeza. Jisung cerró los ojos con fuerza, acompasando los latidos de su corazón con la respiración detrás de él.

El Favorito de Apolo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora