Me emocioné escribiendo ;-; así que es un capítulo bastante largo (10k vetealaverga) y, a pesar de eso, todavái está dividido en dos partes nopuede ser JAJAJAJA pero bueno aquí está
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
"Azul profundo, pero tú me pintaste dorado. Y me abrazaste fuerte, ¿cómo iba a saberlo?" -Taylor Swift.
...
La habitación de Jisung era bastante amplia a comparación con la que compartió con Changbin durante la universidad; tenía una cama doble pegada a la pared más alejada de la puerta, a un costado de su ventana, había un armario de puertas dobles justo frente a la cama, alfombra peluda en el suelo y un escritorio lo suficiente grande como para que Jisung tuviera su equipo de producción y una computadora.
Las cortinas eran blancas, había estado planeando comprar unas negras para que la luz no fuera molesta, pero seguía poniendo excusas en lugar de buscarlas por internet y así ahorrarse el viaje a la tienda. La solución de Chan había sido mover la cama de lugar, pero Jisung se negó en rotundo, le gustaba tener el colchón en ese mismo lugar sin importar la habitación en la que estuviera durmiendo.
Esa mañana fue, precisamente, por culpa de sus cortinas que la luz entró de manera molesta a la habitación, iluminándola demasiado temprano por lo que Jisung optó por darse la vuelta y subir la sábana hasta que apenas se notaban mechones de cabello dorado, acorrucándose en espera de conciliar de nuevo el sueño.
—Feliz cumpleaños, Jisung, feliz cumpleaños a ti.
Jisung no pudo evitar sonreír cuando escuchó a Chan y Jeongin entrar a su habitación, ambos cantando en voz baja mientras intentaban no despertarlo tan bruscamente, pero fue suficiente alto como para que el interpelado se diera la vuelta, sentándose en el colchón, y viendo a sus dos amigos acercarse a él con lentitud y enormes sonrisas en sus rostros; Chan mantenía en sus manos un pastel de queso cubierto de chocolate mientras que Jeongin se aseguraba de que las velas siguieran encendidas hasta que se detuvieron junto al colchón.
—Feliz cumpleaños, querido Sungie, feliz cumpleaños a ti.
Le ofrecieron el pastel, haciendo que un Jisung adormilado aplaudiera levemente, revolviendo sus sábanas hasta lograr sentarse de manera apropiada para no caerse de bruces. Las velas eran azules, moradas y rosas, un chiste entre ellos que hizo reír a Jisung mientras veía la llama del fuego bailar en las pupilas de sus amigos que lo miraban con emoción.
—Debes pedir un deseo antes de apagar las velas—recordó Jeongin, mostrándole una pequeña bolsa de regalo—Anda, que quiero desayunar.
Jisung se rió, dudando durante unos segundos mientras pensaba a detalle qué podría desear cuando, a ojos de cualquiera, lo tenía todo. Sus sueños en la palma de su mano brillaban como el sol, sus amigos lo querían incluso en sus peores momentos y se negaban a dejarlo caer, bastaría con dar clic en el catálogo de internet y Jisung tendría lo que deseaba sin importar el precio.
Pero vio a Chan mirando a Jeongin, estrellas en sus ojos brillando sin parar mientras el menor alentaba a Jisung a pedir un deseo y se preguntó si sabía la forma en la que Chan lo miraba, con esa sonrisa en sus labios, como si creyera que Jeongin tenía el universo en su rostro. Recordaba haber visto esa expresión antes, demasiados años atrás, y como que el mundo entero creyó que jamás volverían a verla porque Chan no volvió a buscar nada serio con alguien, y por un momento, un mísero segundo, Jisung se olvidó de la edad que estaba cumpliendo, de la vida que llevaban ahora.
Volvió a esa pequeña habitación compartida en la universidad, con Changbin durmiendo al otro lado; vio a Chan enamorado del amor de su vida, con la enorme sonrisa que mostraba sus hoyuelos y sus ojos convertidos en medias lunas, sus orejas en un constante tono escarlata y, a su lado, Jeongin seguía sonriendo y pidiéndole a Jisung que eligiera algo rápido para que pudieran comer.
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El Favorito de Apolo.
FanfictionApolo: importante dios griego asociado con el arco, la música y la adivinación. Epítome de la juventud y la belleza, fuente de vida y curación, mecenas de las artes y tan brillante y poderoso como el mismo Sol. Cuenta la leyenda que una vez amó a Ja...