51: Cover Me.

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Iba a decir algo pero lo he olvidado totalmente ;-; pero bueno, holaaa cómo andamos o q? jiji

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"Traté de esconderme de toda la pena y el dolor, pero no sabía que así estaba perdiendo la razón." -Stray Kids.

...

Fue un coche color plata lo que atrajo a Minho hacia la puerta a primera hora de la mañana, aunque eso sería exagerar porque desde hace bastante rato que estaba despierto y Jisung estaba en el baño terminando de arreglarse antes de correr a la agencia.

Asegurándose de no dejar nada encendido en la estufa o que Doongie no estuviera dispuesto a saltar sobre los recipientes que tenía en la encimera, se apresuró a ir a ver quién había llegado. Jisung había sido bastante claro con Moonbyul sobre aparecerse en casa de Minho para recogerlo, el bailarín nunca lo había visto tan molesto como cuando la mujer lo sugirió en primer lugar, y sabía que tanto Chan como Changbin eran de autos oscuros.

En cierta forma, no fue una sorpresa ver quién era el piloto de aquel auto, pero una parte de Minho siguió sintiéndose recelosa al verlo después de haberle mandado mensajes. Jiwoon no parecía estar pensando en ello cuando salió del auto y recorrió la distancia que los separaba a largas zancadas, parecía tener el ceño fruncido y por primera vez su rostro parecía serio, sin esa mueca burlesca en la que sus labios siempre se curvaban.

— ¿Ocurre algo? —, preguntó Minho ligeramente preocupado.

¿Doyeon estaría mal? No imaginaba algo más serio e importante para Jiwoon que la salud de su esposa, aunque tampoco pensaba en cómo eso podría relacionarse con Minho, ¿o era porque Hyunjin y Seungmin se consideraban amigos cercanos de Doyeon? Y eso, claro, en consecuencia involucraba a Jisung lo cual sería la única razón por la que Jiwoon se encontraría tan temprano frente a su casa.

Sin embargo, parecía que no era nada de eso porque apenas lo tuvo enfrente Minho se quedó congelado, sintiendo que algo dentro de él temblaba peligrosamente, a punto de derrumbarse sólo porque Jiwoon lo había abrazado.

Siempre tuvo una forma bastante confortante de abrazar a Minho, no es algo que fuera a negar incluso a estas alturas, además que al ser más alto que el bailarín era demasiado fácil sentirse cómodo.

Jiwoon pasaba un brazo por su hombro y el otro por su cintura intentando abrazar la mayor parte de él. Era un hombre fornido, casi corpulento, su calor hizo que Minho no sintiera el aire invernal que parecía congelar sus mejillas. La nariz del castaño estaba presionada contra el hombro de Jiwoon, olía ese característico perfume a cítricos y algo que parecía traer consigo la nostalgia al abrir un baúl que deseaba mantener bajo llave todo lo que pudiera, tiñendo sus sentidos de melancolía.

Sus brazos permanecieron a sus costados durante un par de segundos sin saber muy bien cómo reaccionar, sus ojos mirando hacia el frente, la nieve amontonada en el jardín mientras las ramas de los árboles desnudos se curvaban al igual que dedos demasiado largos, zarpas de algún terrible monstruo que parecía congelado en invierno.

—Lo siento tanto—, susurró Jiwoon contra la cabeza de Minho—. Ella era una buena mujer.

Sus palabras hicieron que los ojos de Minho se llenaran de lágrimas, siendo así el interruptor que necesitaba para que sus brazos envolvieran el cuerpo de Jiwoon correspondiendo un abrazo que durante mucho tiempo odió, un simple gesto de quien había roto muchas cosas del joven Minho, incluso llevándose piezas con él que ahora daba por perdidas y nunca habría modo de recuperarlas.

Pero, por un momento, pudo pretender que esto era lo que necesitaba, alguien en quien apoyarse más allá de su novio y sus hermanos, alguien que fuera total testigo del amor absoluto de Charlotte por sus hijos y cómo fue capaz de patrocinar una beca sólo para mantener a Jiwoon alejado de Minho.

El Favorito de Apolo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora