44: I Don't Wanna Live Forever. (resubido)

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Antes que nada debo hacer mención honorífica al album que toda ecritora dramática necesitaba, asies estoy hablando de The Tortured Poets Department que estuvo repitiéndose en bucle durante esta semana mientras yo escribía c:

Y también quiero que tengan en cuenta que lo que sigue es la parte dramática de terminar una relación, no hay punto medio, así que vamos a tomar todas esas expresiones dramáticamente exageradas y las haremos nuestra personalidad

Perdón, no me di cuenta que no lo había enumerado TT-TT

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"Sólo quiero seguir llamando tu nombre hasta que vuelvas a casa." -ZAYN ft Taylor Swift.

...

El sol no brillaba mucho, el día era grisáceo y la poca luz hacía que la nieve pareciera más blanca de lo que realmente era.

Minho estaba recostado contra la cabecera usando solo los pantalones mientras Jisung se alzaba sobre él de la misma manera, las camisas de ambos en alguna parte del suelo, sus cabellos seguían húmedos por la ducha a pesar de que intentaron secarlo en su totalidad. El bailarín sonrió, echando la cabeza hacia atrás mientras las manos de Jisung se apoyaban en la cama a los costados de la cintura del mayor, sus entrepiernas rozándose al igual que sus pechos desnudos, las gotas de agua cayendo del cabello dorado hacia el rostro del bailarín mientras sonreía de forma perezosa y mantenía sus manos en las caderas de su novio.

—Tenemos que irnos—, susurró Minho contra los labios de Jisung, suspirando cuando las caderas del menor se movieron contra las suyas y sus dientes tomaron su labio inferior—. Hannie, es tarde.

—Bésame otra vez—, pidió el rubio como si Minho no hubiera hablado en lo absoluto.

Y Minho obedeció, manteniendo la cabeza echada hacia atrás mientras Jisung se alzaba sobre él, besándolo de forma pausada y permitiendo los pequeños roces que sus caderas hacían, suspirando ante la fricción de los pantalones en sus erecciones que intentaban volver a la vida. Ladeó la cabeza mientras su lengua lamía los labios de Jisung, sonriendo cuando el menor se estremeció y dejó caer parte de su peso sobre él.

—Otra vez—, repitió cuando Minho se alejó, haciéndolo reír.

—Se nos hará tarde.

—Otra vez—, insistió, sus manos vagando hacia sus pantalones para desabrocharlos—. Uno rápido, ¿sí?

Iba más allá de los besos que llevaban dándose desde hace media hora, era la urgencia de querer mantenerse en ese lugar todo el tiempo que fuera posible, seguir alargando su partida para no tener que enfrentarse a sus vidas tan pronto. Ya no podía ser un fin de semana, sólo robaban pequeñas noches furtivas en un intento de seguir juntos y poder amarse como si fueran un par de hombres cualquiera que caminaban de la mano en la calle.

Las manos de Minho se deslizaron por la espalda de Jisung, sus uñas cortas creando senderos rosados en la piel dorada que recorría, sintiendo su temperatura comenzar a aumentar, las gotas de su cabello mezclándose con la ligera capa de sudor que comenzaba a cubrir su frente y pecho conforme los besos de Jisung se volvían más insistentes hasta que sus labios ardían.

El menor se apartó y lamió la piel de su garganta, succionando pequeñas porciones de piel, rosas que florecían en la piel de Minho allá por donde Jisung iba sembrando besos desesperados y húmedos.

—Si nos echan de la habitación, será tu culpa—, advirtió Minho con ojos entrecerrados mientras comenzaba a desabrocharse el pantalón.

Jisung sonrió brillante, incorporándose sobre sus rodillas para quitarse su propio pantalón, sus mejillas sonrojadas y sus ojos centelleando como cometas.

El Favorito de Apolo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora