37: The Lakes.

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Les pido POR FAVOR, POR FAVOR, DE VERDAD QUE POR FAVOR, vuelvan a leer las advertencias que hay en el apartado de HOLAAA ¿sí? Para que lo tengan en cuenta. Vi que muches de ustedes preferían un final como el del cap anterior, así que si leen las advertencias de nuevo podrán tomar la desición de continuar o dejar así su final

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"Llévame a los lagos donde todos los poetas fueron a morir." -Taylor Swift.

...

— ¿Cómo fue tu día?

—Bastante bien, casi se me olvida que no estás.

Chan sonrió mientras terminaba de secarse el cabello, arrojando la toalla al cesto para la ropa sucia que había junto a la ducha y salió del baño. La habitación en la que estaba durmiendo se encontraba en el último piso de la casa que rentaban para grabar, Chan la había tomado porque, en teoría, era la más pequeña al tratarse del ático, y también porque quería evitar a Changbin todo lo que pudiera.

Del otro lado de la línea podía escuchar a Jeongin ir y venir por la habitación, hablando sin parar de todo lo que hizo con los chicos en su día libre y el cumpleaños de Minho, cómo es que Felix los arrastró por horas al centro comercial y los hizo comprar cosas que ni siquiera creían necesitar.

— ¿Usaste mi tarjeta? —, preguntó Chan con interés mientras comenzaba a acomodar las almohadas para acostarse.

—No...bueno, la usé para comprar dos helados. Siempre olvido que Felix y Minho no comen muchas golosinas.

—Innie, te dije que la usaras siempre que quisieras.

— ¡Y eso hice! Quería comprar dos helados y los pagué con tu tarjeta.

—Sabes perfectamente que no te la di para que sólo pagarás dos helados. En realidad, se verá un poco insultante ese gasto comparado con los otros que tengo.

Escuchó a Jeongin bufar mientras mascullaba algo sobre cómo realmente tenía un sugar daddy como decía Ryujin y eso sólo hizo a Chan suspirar.

Durante su infancia no sintió muchas carencias de las cosas, en realidad vivieron bastante bien hasta el divorcio de sus padres. A pesar de haber terminado en buenos términos, Chan fue testigo de la cantidad de veces que su madre tenía que doblar turnos para poder sacarlos adelante porque no podían depender totalmente de su padre, que si bien ayudaba a solventar la educación de ambos niños, no era suficiente para mantener un hogar.

Y ahora tenía dinero suficiente para no preocuparse en qué lo gastaba, ya no tenía que esperar para ahorrar y poder comprarse lo que vio en el escaparate pero se le escapaba del presupuesto, sin embargo estaba lo suficiente ocupado como para tomarse un día e ir de compras a gastarse todo lo que había ganado.

Sin embargo, Jeongin parecía ser un enemigo mortal de gastar el dinero de Chan sin importar cuántas veces le dijera que estaba bien. Ni siquiera estaba en su compañía la mitad del tiempo, y eso que apenas tenían 9 meses saliendo, y Chan sentía que lo mínimo que podía hacer era compensar su ausencia con obsequios que le recordaran lo importante que era para él, que siempre pensaba en él, y como tampoco sabía qué regalar, lo más fácil era darle su tarjeta y que se comprara lo que quisiera.

De todas formas, no compré muchas cosas—, se defendió Jeongin, haciendo que Chan escuchara el sonido de una cremallera—. Prefiero encargarlas por internet.

— ¿Qué estás haciendo?

—Oh, Felix hyung me preguntó, o mejor dicho me suplicó, que pasara la noche con él. Odia cuando está solo en el apartamento y dice que una vez que te sales de casa de tus padres, volver no es una opción—, Chan se rió, teniendo que darle la razón en ello—. Oye, hyung, ¿puedo hacerte una pregunta?

El Favorito de Apolo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora