28: Out Of The Woods

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Como podrán apreciar, mi fuerte no son las portadas jsjsjs pero cambie la portada porque (para quienes no leían Musa de acuerdo con las actualizaciones) representa la nueva etapa de Minho y Jisung ahora que se han aceptado porque están tomados de las manos a diferencia de la otra, que sólo estaban a un lado del otro

Planeaba un poco más de dramatismo para este momento, pero creo que no me salió. Peeero, bueno DRAMA DRAMA Y MÁS DRAMA PORQUE I swear I don't love the dramaIt loves me


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"Estuvimos destinados a desmoronarnos para después volver a estar juntos." -Taylor Swift.

...

Dylan solía sentirse como un rayo de sol en invierno o, en su defecto, como una tormenta después de una larga sequía. Al principio era difícil acostumbrarse a su presencia, pero llegaba el punto en el que no podías recordar un día en el que no hubiera estado a tu lado haciendo que dejaras de ser un espectador y te volvieras parte de la obra.

Sin embargo, conforme pasaba el tiempo te dabas cuenta que Dylan era el foco de todo y tú sólo tenías suerte de estar bajo su luz, haciendo que las personas te noten porque ibas de su mano, porque él hablaba de ti todo el tiempo incluso cuando ni siquiera estabas. Dylan te colocaba en un pedestal y te admiraba desde lo más bajo sin notar, o eso siempre quiso creer Minho, que él estaba incluso más alto.

Era alto, rozaba el metro con ochenta, y su cabello era de ese asombroso color castaño que siempre era un desastre sobre su cabeza en rizos desordenados. No era musculoso, tampoco era delgado, tenía un estómago suave y brazos grandes, una apariencia de oso que a Minho le encantaba porque abrazarlo se sentía genial, y quizá amarlo hizo que Dylan dejara de odiar su cuerpo.

Sus tatuajes eran cosas relacionadas con los libros que leía, y Minho no se refería a clásicos de pasta dura que olían a guardado, sino a novelas contemporáneas con pastas blandas. Tenía cuervos, espadas, caléndulas entrelazadas con delphinium haciendo que sus hojas y tallos formaran una M y una D, tenía la cabeza de Medusa tatuada de la misma manera en que tenía las Reliquias de la Muerte.

Ser amado por Dylan, a pesar de todo, se sentía como ser el protagonista de algún libro; él reía y todos lo amaban; conocía a cada estudiante de la Academia, te llevaba tus dulces favoritos simplemente porque los vio y decidió comprarlos. Hacía dibujos de ti o de ambos, compraba collares a juego, corría a verte si llamabas y decías que estabas triste, eras su prioridad sobre todas las cosas, incluso cuando ni siquiera salían porque a veces parecías mucho más importante que sus relaciones.

Amar a Dylan, por el contrario, se sentía como una montaña rusa donde no sabías cuándo caerías. Un día las cosas parecían estar tranquilas y al siguiente las mangas de su suéter volvían a ser demasiado largas; podrías estar enviando mensajes con una sonrisa y al siguiente tenías un nudo en el corazón porque no eras de mucha ayuda en ese momento mientras él sufría solo. Y tal vez eso te hacía mala persona, tal vez debías ser más empático con la situación, entender que salir con él, amarlo, no era el cuento de hadas que se sentía cuando él era quien profesaba su amor por ti, porque no era fácil de amar, ni siquiera en los buenos tiempos.

Y tal vez sea la razón por la que Minho se negó a terminar con él cuando las cosas empezaron a salir mal, temiendo que algo malo le pudiera pasar porque así como él era todo en su vida, temía que nadie se quedara con él, ¿quién haría que las pesadillas desaparecieran? ¿Quién besaría las cicatrices que escondían sus tatuajes? ¿Quién más lo haría feliz? Nadie lo conocía como Minho, nadie lo había visto en su peor y mejor momento sí que no podía irse, no podía dejarlo solo.

El Favorito de Apolo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora