El Favorito de Apolo.

31: willow.

AL FIN, DESPUÉS DE DOS PERRAS SEMANAS, AL FIN PUDE TERMINARLO. FELIZ AÑO NUEVOOOOO

aino, iba a escribri smut pero al final como que no tenía la mentalidad para eso así que perdón por dejarles a mdias TT-TT

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"Espera la señal y nos reuniremos en la oscuridad." -Taylor Swift.

...

Jisung cerró la puerta detrás de él, mirando fijamente la punta de sus pies mientras frente a él distinguía los zapatos de Minho.

Moonbyul y él habían llegado a un acuerdo de seguir manteniendo su relación en secreto de la agencia hasta que hubiera pasado todo el proceso de la demanda, lo que significaba que tampoco podían decirle a ninguno de sus amigos porque mientras menos gente supiera era menos riesgoso.

Ninguno de los artistas en cuestión sentían un problema, sus amigos sabían de antemano que ellos siempre eran más que amigos pero nunca una pareja, el simple hecho de nombrar su relación ahora era más de lo que hubieran esperado, pero entendieron que las circunstancias eran delicadas.

Una vez que los tres llegaron a un acuerdo donde todas las partes parecían estar contentas, Minho sentenció que era momento de volver a casa, por lo que Jisung decidió acompañarlo a la puerta mientras Moonbyul alertaba que estaría haciendo una comida decente para pasar el día con Jisung.

—Noona está preocupada—mencionó Jisung, tomando de las manos a Minho mientras se recargaba contra la puerta y el bailarín se inclinaba sobre él—No tiene nada contra ti, te lo prometo, es sólo que se preocupa demasiado.

—Está bien, Hannie—lo tranquilizó Minho con una pequeña sonrisa, colocando su frente sobre la de Jisung—No puedo enojarme con ella por cuidar de ti, en realidad estoy aliviado que le importe su trabajo como para meter las manos al fuego sólo para cuidarte.

Jisung sonrió, golpeando con su nariz la de Minho, lo que hizo al bailarín sonreír. Soltó una mano de Jisung a favor de llevarla al rostro del menor para acariciarlo, pasando con insistencia el pulgar por ese lunar en su mejilla que Minho había extrañado besar.

Y sentirlo tan cerca hacía que el corazón de Jisung latiera dolorosamente contra su pecho, gritando de alivio por aún tener algo para dar, de seguir vivo y poder sentirse así después de todo el infierno que le hicieron pasar. Amaba a ese hombre, o al menos estaba en camino de hacerlo, quería conocer cada nuevo secreto que le conformará, saber todos los detalles de su vida para sentir que nunca se separaron y siempre formaron parte del mismo cuadro.

—Al menos nos detuvimos antes de que nos encontrara en una posición comprometedora—susurró Minho, besando brevemente los labios de Jisung.

—No sé si eso me alegra o me entristece—confesó el rubio con una sonrisa, soltando la mano de Minho a favor de abrazarlo de la cintura—Ojalá pudieras quedarte otra noche.

—Cuando vuelvas a Seúl, cariño, encontraremos el modo de estar juntos.

—Mi peluca ya no parece tan estúpida, ¿verdad?

Minho se soltó riendo entre dientes, murmurando algo que hizo a Jisung sonreír antes de que se besaran. Los labios de ambos parecían encajar a la perfección, pero el hambre con el que se besaban era tal que ni siquiera se tomaban un momento para disfrutar de la presencia del otro, sintiendo que el mundo se iba a terminar en el momento en que se alejaran.

Sujetando a Minho con fuerza de las caderas, Jisung lo atrajo más hacia él hasta que estuvieron al raz, el bailarín lo soltó para colocar ambas manos contra la puerta, acorralando a Jisung; la punta de su lengua golpeó con insistencia el labio inferior de Jisung y éste emitió un débil quejido antes de abrir la boca y permitir que golpeara sus dientes antes de entrelazar ambas lenguas.