4: cardigan.

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Creo que en esta historia van a necesitar demasiados pañuelos, pido perdón

Y quiero culpar a Taylor Swift por cada palabra que escribí, literalmente me la pasé escuchándola todo el proceso creativo

Y como les vi bien alterades por la infidelidad, SPOILER, me refería a Chan y Jeongin jsjsjs ya, respiren

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"Traté de cambiar el final, Peter Pan pierde a Wendy." -Taylor Swift.

...

Cuando a Minho se le hizo que pasó demasiado tiempo recostado contra la cama de Charlotte, tan sólo mirándola dormir, llegó Jeon dispuesto a relevarlos; se veía más viejo de lo que Minho recordaba, su cabello estaba casi gris por completo, y surcos de cansancio arrugaban sus ojos mientras líneas de preocupación cruzaban su frente.

Seguía mirando a Charlotte con ojos brillantes, traía un ramo de narcisos amarillos y Minho sintió que su estómago se retorcía ante la promesa vacía que se hizo a sí mismo de regalar flores, deseando volver atrás y comprar tantas como sus manos pudieran sostener.

Después de los saludos, Felix lo llevó a casa. Minho sentía tan extraño ser quien estuviera en el lado del copiloto, mirando todo como si fuera la primera vez, sus manos picando por estirarlas y tomar el volante, decirle a Felix que él podía manejar perfectamente pero, a pesar de todo, sabía que resultaría imposible.

Las calles se sentían desconocidas conforme Felix conducía, Minho contemplando fijamente por la ventana mientras el parloteo de su hermano se convertía en un sonido de fondo; pudo verse a sí mismo caminando por las calles, extendiendo los brazos en espera de sostener a alguien, su corazón doliendo cuando el recuerdo se deshacía como el humo.

Fue entonces que la notó de camino a casa; Felix pasó justo frente a una flor rosada iluminada con luces neón anunciando la bienvenida a Lotus; Minho giró el cuerpo para seguirla contemplado, deseando que aún pudiera entrar y verlo reír al otro lado del mostrador, ver su cabello desordenado agitarse mientras sonríe a los clientes e intenta controlar el temblor en sus manos. ¿Aún estaría la campanilla que anunciaba su llegada? ¿Esa maceta en específico con la que Minho se encariñó al sentarse en una mesa? ¿Sería la misma cafetera? ¿Tendría los mismos colores?

—Limpié todo antes de que llegaras—anunció Felix cuando giró al final de la calle, Minho perdiendo de vista la flor de loto—Les dije a tus hijos que llegarías, no sé si me entendieron pero tampoco se entusiasmaron mucho. Soonie ya es viejo, apenas se mueve para hacer algo además de comer, creo que le lastimó mucho lo de mamá.

Minho se envolvió el vientre con ambos brazos cerrando los ojos con fuerza, luchando contra las lágrimas.

— ¿Son tus gatos? ¡Son tan lindos! ¿Crees que algún día pueda conocerlos?

—No sé, traerlos desde Corea sería malo para ellos.

—Tal vez pueda ir contigo un día, ¿no crees?

El camino entre los árboles se volvió un poco más familiar pero, extrañamente, Minho sentía que faltaban árboles o que éstos se habían movido, no estaban en el lugar que solía recordar, veía el bosque que rodeaba la universidad y su casa con extrañeza.

Casa, había vuelto y aún no se la creía. Tenía a Felix sentado en el asiento de al lado parloteando sobre las cosas que podrían hacer ahora que él estaba ahí, dando por sentado que Minho se quedaría, y gran parte de él quería hacerlo porque pareciera que ya no había nada para él en Nueva York, pero se preguntaba si aún quedaba algo en Corea que él pudiera llamar casa más allá de la construcción que se alzaba entre los árboles como una vieja casa de muñecas dejada en el desván por una niña que ha crecido demasiado.

El Favorito de Apolo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora