El Favorito de Apolo.

59: B Me.

El capítulo que andaban esperando...creo que lo tomé muy personal así que pido perdón de ante mano

QUE VIVAN LOS GEIS, TAYLOR SWIFT Y STRAY KIDS, MÉXICO ES UN PNDJO JAJAJAJS okno, o sea sí estamos pndjos pero HOY NACIO MÉXICO JJAJAJAJS

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"Cuando te tenía, dolía, pero estaba teniendo ansiedad con solo pensar en dejarte ir." -Stray Kids.

...

Minho se encontraba recargado en la encimera cuando sonó la puerta en toques apresurados. Frunció el ceño mirando hacia el reloj en la pared y luego a la puerta, Micaela se había ido hace rato porque tenía unas cosas que atender desde temprano mientras que él estaba exprimiendo todo lo posible su mañana antes de tener que encerrarse en un estudio a practicar por horas con el resto de sus compañeros.

Dejando su taza de cerámica rosa en la encimera se apresuró a abrir la puerta, mirando por una pequeña ranura antes de abrir por completo la puerta, siendo recibido por la brillante sonrisa de Dylan mientras en sus manos se encontraba un enorme ramo de flores coloridas, amarillas, rosadas, algunas naranjas y muchas florecillas pequeñas blancas.

Minho parpadeó, confundido, sus ojos yendo desde el ramo de flores a los ojos risueños de Dylan, su sonrisa tan grande que arrugaba su nariz y parecía colorear sus mejillas con un ligero rubor, como si la idea de sorprender a Minho fuera su mayor propósito en la vida.

— ¿Qué haces aquí? —, preguntó el bailarín, sus labios temblando en la comisura mientras luchaba para no sonreír.

—Bueno, hoy es San Valentín, ¿sabes? Y tú eres tú y yo soy yo—, se encogió de hombros extendiendo el ramo hacia el frente—. Me dijiste que hace bastante tiempo que no recibes flores, es el primer San Valentín que pasa desde que te conozco y quería cambiar eso.

Minho extendió sus manos, sintiendo que temblaban, y una parte de él le advirtió que en el momento en que tomara aquellas flores entonces se había terminado, dejaría de mirar el teléfono con añoranza, dejaría de preguntar por él cada vez que llamaba a casa. En el momento en que sus dedos rozaron aquellas flores lo supo y, al mismo tiempo, dudó, preguntándose si estaba listo para ello.

Pero Dylan sonrió y Minho se rindió, sintiendo que desde que él había entrado a su vida había dejado de extrañar el pasado.

...

En distintas ocasiones te dices a ti mismo que todo ha quedado en el olvido y lo has superado, te jactas de tener indiferencia ante las personas y circunstancias que te lastimaron, como si en el pasado sólo hubiera sido un mal día y no años enteros dónde pensabas que nunca jamás habría alguien más, que sería hasta el fin de los tiempos.

Y te repites todo el tiempo que está bien, que no importa, sonríes y te encoges de hombro pero entonces sus miradas se encuentran en medio de las personas y caen sobre ti todas las cosas que antes no te importaban; ya no es un desconocido, en realidad nunca lo fue, porque sabes cada pequeña cosa de su vida que es inútil mirar hacia otro lado y pretender que no existe, en especial cuando te sonríe y extiende los brazos como si sólo hubiera sido un largo fin de semana donde no se vieron.

¿Seguirá teniendo pesadillas? ¿Le siguen gustando los dulces ácidos? ¿Ya aprendió a comer comida picante? ¿Sigue bebiendo litros de café? ¿Su armario está lleno de suéteres como antes? ¿Sigue durmiendo del lado de la pared? Tantas cosas que creías olvidadas, que parecen carecer de importancia en tu día a día hasta que vuelves a estar frente a esa persona.

De pie en el acantilado sobre la punta de tus pies, un vacío extendiéndose ante sus ojos mientras el pánico se retorcía en tu estómago y tu corazón latía a una velocidad alarmante dando la sensación de querer explotar. Y entonces tu cerebro empieza a producir alarmas de peligro, activando tus instintos primarios de huída porque reconocen la escena, la amenaza de salir lastimados y debes sucumbir a tus instintos para dar media vuelta y correr antes de volver a ser una presa ante las fauces del depredador.