Capítulo 13. El amor es un asco.
Me sentía como si estuviera en la sala de emergencias esperando que el doctor llegara y dijera que mi madre iba a vivir, si, el sentimiento era parecido, solo que a diferencia de mi madre, era mi celular quien estaba ingresado en un estado de coma con pocas probabilidades de volver a funcionar.
¡Y era yo quien moriría!
Es que ¿acaso el mundo tiene algo en contra de mí? ¿Cómo diablos pueden sucederle tantas cosas malas a una persona? Todo sobre John era como un karma... la suerte parecía querer cobrármelas, y hasta ahora todos los intentos de enamorar a mi profesor resultaba ser una gran batalla de osos ninja con leopardos de algodón... no puedo ni imaginarme que sucedería, muchos más cuando ni siquiera existen tales criaturas.
Y ¡oh! Ahora estaba delirando.
Los nervios hacían mi mente imaginarse todo tipo de situaciones surrealistas. ¿Cómo el estar aquí en la casa de Steph?... si, era una de esas.
Y se preguntaran ¿Cómo diablos hago para terminar en la casa de mi ex-novio? Así de malas soy. La verdad era que cuando mi celular cayó desde mi puesto hasta la Patagonia, se apagó completamente y... ¡malditos celulares chinos!
Bueno, bueno. Aquí es donde uno ve que tiene que dejar su orgullo... si, cuando necesitas tu celular para saber qué había contestado tu sexy profesor que por primera vez el muy maldito se disponía a responder, y por primera vez, yo dejaba caer el celular.
¡Por no aguantar la emoción!
Y recurrir a tu idiota ex-novio, que desgraciadamente era un genio de la tecnología, que por muy duro que fuera, sabía que él me ayudaría en arreglar mi teléfono. No fue nada fácil, no lo fue tenerle que rebajarme para hablarle y pedirle el favor. Él solo sonrió, y me mato su sonrisa.
¿Cómo se podía sentir cosas por dos personas al mismo tiempo?
John producía cosas en mí que no entendía y que me ahorraba en pensar que solo eran esos intentos de ganar la apuesta de Megan, pero Steph, ¿Cómo no amarlo? Él fue mi primer beso, mi primer novio, mi primer amor, mi primera vez... él fue todo lo que nunca hice y nunca sentí... pero "fue" en pasado.
Yo no podía negar que aún lo amaba, y él seguía mirándome como si nada más existiera en este mundo más que yo... pero era un idiota, cuando quería serlo lo era, y yo necesitaba resolver mi mente y ganar la apuesta, cuando tuviera ese hermoso Audi blanco mis sentimientos de seguro volverían a su lugar.
— ¿Cuál es el veredicto? —mire hacia Steph, él había desarmado mi celular y tenía unas herramientas, quitando cosas y poniendo otras, me sentía como si presenciara alguna operación a corazón abierto.
Solo que era mi celular quien le habrían todo su sistema.
—Déjame cerrar algunas cosas aquí —dijo él poniendo tornillos y unas tablas verdes pequeñas, que por la poca atención que ponía en mi clase de informática no recordaba su nombre —y creo que... listo.
Salte a coger mi celular, pero él negó con su cabeza hacia mí y me impidió cogerlo; iba a darle una terrible mirada, pero recordé que fue él quien acababa de organizar mi celular, mi vida... el mensaje de John.
—debes dejarlo apagado durante un día, ponlo a cargar todo este tiempo apagado —comento, yo no sabía que decirle, ni cómo reaccionar, ¡no podía prender el celular en un día!
¿Qué pasaría con el mensaje? Debía verlo, saber lo que John había respondido a ese mensaje, ¡me moría! Solo por saberlo.
—pero...
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Imposible quererte, profesor I ©
RomanceY cuando nos miramos, algo en mí se prendió, sus ojos, estaban llenos de un oscuro deseo que pronto termino por asustarme. Era mi profesor y yo lo acababa de besar, era mi profesor, y tal vez las cosas hayan cambiado, porque esto, lo que habíamos se...