Capítulo 19. Mensajes.
Camine hacia mi siguiente clase, el dolor en mi cabeza había durado más de lo que desearía, el día de ayer estuvimos con Leila intentando sacarle lo que había pasado el sábado en el baile, ella había dicho solo recordar beber mucho -cosa que ella no hacia usualmente -y luego no recordar nada más.
Yo les conté lo que paso con Steph y mi querido profesor, Megan salto de la histeria cuando le conté del pequeño beso que me había dejado en la mejilla. Después de un rato, Leila salió porque Seth le dijo que se vieran. Al parecer, él le contaría lo que quisiera si se veían, la chica estaba muy interesada en las locuras de su día anterior, por lo que se había ido.
Mientras tanto, yo estaba lo suficientemente despechada como para pensar en algo romántico, solo veía las pequeñas bolas de Steph siendo martilladas por mis manos y un mazo, era realmente sádica, y estaba dolida por su, ¿Qué? Como la vigésima traición en dos años, creo que eran más, y eso que esas son solo las que yo descubrí.
Así que Megan y yo, como buenas amigas que se ayudaban, nos habíamos reunido en una cafetería, resulto ser que yo estaba muy triste y enojada como para evitar llorar, Megan había pedido una botella de whisky en el camino y habíamos estado bebiendo en su casa mientras sus padres no estaban.
Borrachas, despechadas las dos, porque el idiota de Jared también había dejado a Megan después de que ellos tuvieran relaciones, y créanme, para los chicos de allí, que dos chicas enojadas y borrachas, con ganas de ponerle una bomba en el culo a toda la población masculina del mundo.
No eran buenas creando venganzas suaves, más bien, ya teníamos la venganza lista para Steph. Y de esto, él no saldría librado.
Por el momento, necesitábamos acomodar los detalles y contarle todo a Leila para que ella fuera la piedra racional del plan. En mi clase, decidí sacar mi celular para revisar los mensajes, no le había enviado nada al profesor desde su insultante carita feliz.
Pero recordar ese beso, me hacía sentir un poco más feliz, por lo que marcando su número, comencé a escribirle un mensaje, sabiendo que a esta hora él debería estar enseñando a los de segundo.
"si existe un súper héroe, no diría que es súper man u otro personaje ficticio, diría que mi súper héroe seria aquel que pudiera hacerme sonreír, quien no tuviera más poderes que el de hacerme olvidar las cosas malas solo con mirarme, quien pudiera cambiar todo un día oscuro con un saludo en el pasillo. Por eso, si puedo decirlo, diría que para mí si existe ese súper héroe, y créame señor, que tal vez usted no me conozca, pero yo si a usted y ese súper héroe tiene ojos azules realmente intensos y una hermosa sonrisa.
Y por si aún no se ha dado cuenta, es usted. Le deseo una feliz mañana"
Me sentía un poco cursi hoy, pero es que estaba siendo demasiado bipolar, primero me sentía con rabia y ganas de destruir toda la raza masculina por Steph, pero allí estaba John, quien cambiaba mis ideas con solo un pensamiento y me hacia esa chica que no podía evitar ser cursi.
Y de nuevo, esto solo era una apuesta... "Aria, Aria, tienes que concentrarte", me repetí.
Era una apuesta, ahora que lo pensaba, esto era como un cliché doble, enamorarse del profesor y enamorase de tu apuesta.
Solo que había una diferencia: yo no me enamoraría de mi profesor. Por muy sexy que fuera, tendría que recordarme, esto era solo por un carro, para que mis bellos pies no tuvieran que caminar más y para poder lucir un bello Audi. Nada más que eso.
Nada de amor, nada de Johncito cariñito tengo cara de osito, no señores. Yo era Aria, Aria Gairdner, yo no podía enamorarme después de todo lo de Steph, pero podía divertirme mientras enamoraba a mi profesor.
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Imposible quererte, profesor I ©
RomantikY cuando nos miramos, algo en mí se prendió, sus ojos, estaban llenos de un oscuro deseo que pronto termino por asustarme. Era mi profesor y yo lo acababa de besar, era mi profesor, y tal vez las cosas hayan cambiado, porque esto, lo que habíamos se...