Imposible quererte, profesor I ©

capítulo 45. La verdad.

capítulo 45. La verdad.

Mire a mi alrededor buscando a Leila con la mirada, necesitaba hablar con ella, habían pasado tres días desde el encuentro con John y había estado mordiéndome la boca para no gritar de emoción, para no decirle a todo el mundo que John era mío y que estaba enamorada de mi profesor, por esa razón y porque caminando a una cafetería me encontré con Seth, decidí que tenía que organizar este enredo con mis amigas, primero hablaría con Leila, y luego hablaría con Megan, con ella sería más difícil porque conocía a la chica como para saber que era difícil de perdonar.

Pero lo intentaría, después de todo, ellas eran mis amigas, no es como si fuéramos a estar toda la vida enojadas.

Mire la hora, estábamos en un receso y hasta ahora, no había visto a Leila, y cuando hable con Seth este me dijo que ella no había querido escucharlo, que había rechazado todas sus llamadas y creía que ni siquiera había leído sus mensajes. Era mi oportunidad, sabía que mi amiga era una coraza dura de roer, pero que por dentro, era una bola de algodón.

-estas hermosa, como siempre. -mi cuerpo se erizo al sentir su aliento en mi oreja, no me voltee para verlo, pero mire el pasillo para darme cuenta que estaba vacío.

Me voltee lentamente para verlo sonreír, él tenía sus ojos azules tan intensos en los míos y de pronto, un calor invadió mi cuerpo cuando vi la mirada que le dio a todo mi cuerpo.

¡Que pervertido!

Pero bueno, era mi profesor sexy, no me importaría que siempre actuara así.

-Alguien nos puede ver... -le dije, antes de que sus labios se implantaran en los míos rápidamente, retrocedí, por más que quería besarlo ahora, no podíamos, si alguien nos veía por causalidad, estaríamos muertos.

-Tengo la oficina sola -comento, yo sonreí por su picardía, él día en que John y yo estuvimos juntos, me sorprendí de algo.

Mi profesor era muy resistente, si entienden a lo que me refiero, tuvimos suerte de que mi mamá se haya quedado hasta media noche con su novio, y él lo había aprovechado muy bien, no solo lo hicimos una vez, él había seguido y con un solo toque de él, hacía que me provocara.

Pero aquí estaba él, ofreciéndome estas propuestas indecorosas y yo que pensando que era serio.

-No ahora, -sonreí con tristeza -debo resolver unos problemitas, pero si quieres hoy...

-En mi casa -me sonrio acercándose de más a mí, su boca se puso en mi oreja y susurro -necesito mucha paciencia para no arrastrarte ahora mismo, Aria, no sabes lo que provocas en mí.

Con eso, se fue con una sonrisa triunfal por la reacción que había causado en mí, yo trague saliva y vi cómo se perdía por el pasillo con toda seguridad en su caminar. Mientras lo miraba, sentí como dos manos tocaban mis hombros haciéndome sobresaltar.

Pegue un grito inaudible para luego mirar de quien se trataba, Seth estaba sonriendo y mirando hacia el pasillo por donde se había ido John, yo me puse roja, esperando que él no haya visto nada fuera de lo normal.

Bueno, si es que besar a tu profesor en el pasillo era considerado dentro de los estándares de lo normal.

- ¿qué haces? -fruncí mi ceño y lo mire, él no dejaba de sonreír.

-Así que era verdad -silbo con malicia.

- ¿Qué verdad?

-tú y el profesor.

-no hay nada, ¿Qué viste? Sea lo que te dijeron te mintieron, entre John y yo no hay nada, solo es mi profesor.

-sí, muchos de aquí quisieran que fuera "solo su profesor"