Capítulo 30. Imbeciles ex-novios.

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capítulo 30. imbeciles ex-novios.

—Eso es muy extraño —menciono Megan haciendo cara pensativa.

—muy, muy extraño —concorde yo.

—Demasiado extraño —asintió Leila.

—Supremamente extraño —rebatió Megan, ahora mirando a Lena con los ojos entrecerrados.

—Extrañamente extraño —afirme, viendo la rubia cabellera de la chica hablando con Steph.

— ¡si, es extraño y ya! —Nos hizo volver Leila a la realidad, mientras rodaba sus ojos —ya por lo menos sabemos una cosa de esta situación.

— ¿Qué? —preguntamos Megan y yo al unísono, Leila hizo pose al estilo Einstein, y nos miró causando suspenso entre nosotras, mientras yo imaginaba en mi mente una música de miedo, como cuando el asesino estaba por matar a la víctima.

—que es extraño.

(...)

El profesor dictador de química, la profesora de Artes, Edwin y John, estaban al frente, los otros dos profesores eran los que se habían ofrecido de supervisores en el viaje, todos habíamos caminados hasta un campo lleno de árboles y a nuestro lado estaba una pequeña cascada. Edwin pito un silbato y comenzó hablar.

—Vamos a jugar paintball —nos informó, se escuchó una bulla de alegría, la mayoría era de hombres, porque el grito de molestia, éramos todas las mujeres.

¡Paintball!

Me dolían las piernas, tenía calor, estaba sudada y lo único que me provocaba era tirarme a esa cascada a bañar. No correr con una pistola llena de pintura detrás de otro idiota.

—Se harán dos grupos —nos cayó a todos ignorando los que se quejaron —tendrán igual cantidad de hombres y mujeres, la profesora Rush y el profesor Sanders estarán con el equipo naranja. Ellos tienen sus nombres, así que cuando escuchen su nombre, irán con ellos, los otros vendrán conmigo y el profesor Fisher.

—Que aburrido —Megan hizo una mueca —paintball, eso es horrible.

— ¿sabes que es horrible? —Comento Leila con una sonrisa, nosotras negamos —que has venido con unos tacones de diez centímetros.

Yo mire los pies de Megan con compasión, y luego me dio la risa. ¡Jugar paintball, en el bosque y con unos tacones! ¡Ay madre!

—Eso que no han visto los de Lena —se rio Leila de nuevo, todas dirigimos nuestras miradas a ella. ¡Tenía unos tacones de quince centímetros!

Alguien se quedara sin pie hoy.

—Megan Fhire —escuche el nombre de Megan, ella se despidió de nosotras mientras caminaba como pingüino hacia el equipo de John.

Bueno, yo esperaba que me tocara con él, la siguiente en llamar fue a Leila y por último, el nombre de Lena. Bueno, también eso era de esperarse después de todo, ya sabían que yo nunca tenía suerte.

—los otros, síganme —grito Edwin, yo rodé mis ojos y fui hacia el grupo de Edwin y el señor dictador, —nosotros somos los verdes.

Él empezó a explicar cómo jugábamos, y le pidió al señor Fisher que entregara unos chalecos negros y unas pistolas, cuando ya todos teníamos los instrumentos, nos dio tres paquetes de pintura, luego comenzó a decir la estrategia del juego.

—esconderemos la bandera hacia el norte, ya que es nuestro territorio...

Yo mire a lo lejos, en la otra parte, estaban todos reunidos escuchando a John, me quede viéndolo mientras explicaba y movía sus labios, era increíble lo sexy que se veía con ese chaleco negro, le daba un aire malo, eso hacía que más de mis hormonas se despertaran por él al mirarlo, mordí mi labio al imaginarme siendo azotada por mi profesor mientras...

Imposible quererte, profesor I ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora