Capítulo 17. La fiesta nos espera. Parte 2.
Toda la fiesta parecía infestada de alumnos demasiado maquillados y con sus vestidos, nosotras también hacíamos parte de él, pronto, visualice a Steph junto con sus amigos, se veía realmente bien con su traje y su cabello alborotado, me fui acercando a él hasta que, en ese instante, todo paso tan rápido.
Un hombre con traje azul oscuro, unos ojos realmente hermosos y una sonrisa más brillante que la bola de disco del baile.
Si señores, allí estaba mi hermoso profesor haciendo participe del baile, él debería estar aquí, debí imaginarlo, ya que él era uno de los encargados de vigilar que adolecentes revoltosos no echaran alcohol al ponche.
Cosa que creía una pérdida de tiempo, ya que pude ver a varios borrachos ya, incluso Megan había empezado acercarse al ponche con su compañero, Jared, quien no se veía nada mal.
-Aria -mi concentración, centrada en esa sonrisa que a lo lejos se veía, fue interrumpida por mi novio, que oportuno Steph.
-Hola -las palabras no me salieron tan bien, estaba casi cegada por lo guapo que era ese hombre, como si con su ropa informal no deslumbrara ya a toda la sección femenina y alguna masculina del colegio, ahora aparecía con traje.
Dios, este hombre podría orgásmicar a un mono.
-así qué... ¿Qué ves? -Steph, quien me noto extraña, volteo para mirar el centro de mi atención. Tenía que dejar de mirar hacia allá, y aún más importante, tenía que hacer algo en menos de un segundo para que Steph no se diera la vuelta y viera que era a mi profesor que yo miraba.
-Que lindas fosas nasales -me golpee mentalmente, que imbécil era, Pero bueno, no soy capaz de pensar en momentos de estrés.
Steph me miro con su ceño fruncido, por lo menos no había visto a quien miraba tanto, pero ahora mi novio me miraba como si fuera la cosa más rara de este mundo. Y créanme, así me sentía ahora.
-Digo... yo -comencé a tartamudear, era tan idiota, no sabía ni mentir -nunca lo había notado, pero tiene muy bonitas fosas nasales.
Su ceño se profundizo más, Jesús, que cagada la que estaba haciendo.
-Y tú tienes... unos bonitos dedos -intento decir, pero se notaba que estaba tan extrañado el día de hoy -amor, ¿estás bien? En serio, se te han subido los colores al rostro.
Toque mi cara por inercia, estaba caliente, y era de la vergüenza que ahora mismo sentía, ¿Cómo alguien en este mundo podía ser simplemente tan idiota?
-Umm... si, si -me aclare la garganta, Steph me tomo del brazo para acercarme a la mesa de las bebidas.
Me llene un vaso de ponche, por lo que me tome casi un vaso de cerveza, así que rápidamente, yo ya me sentía más tranquila.
Toda la noche estuvo evitando mirar a John, pero era tan difícil resistirse a echarle un vistazo, John era como ese tipo de esculturas que podías mirarlas y mirarlas, y nunca cansarte de ellas.
Ahora estaba borracha, eso estaba seguro.
Antes de poder llevarme el décimo cuarto vaso de ponche a mi boca, Steph me interrumpió, no se notaba muy feliz de que bebiera tanto.
-yo creo que estas lo suficiente borracha, amor -lo fulmine con la mirada, él soltó un bufido y se fue andando hacia los baños.
Pude ver libremente a John mientras Steph no estaba, y lo que vi, ciertamente no me agrado mucho, allí estaba él y Lena.
Lena la perra.
¿Cómo comenzaba a odiar a esta chica? Me acerque caminando, pero me tambalee un par de veces. Era tan zorra, Lena llevaba un vestido morado que le llegaba hasta la verga, no, en serio, parecía que había dejado el vestido en la casa, porque esa ropa era tan corta que si se agachaba corría el riesgo de que se viera más que sus calzones.
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Imposible quererte, profesor I ©
RomanceY cuando nos miramos, algo en mí se prendió, sus ojos, estaban llenos de un oscuro deseo que pronto termino por asustarme. Era mi profesor y yo lo acababa de besar, era mi profesor, y tal vez las cosas hayan cambiado, porque esto, lo que habíamos se...