Capítulo 18. Fuegos artificiales.

7.3K 402 27
                                    

Capítulo 18. Fuegos artificiales.

No lo bese.

Y saben por qué, antes de poder llegar a donde estaba John con Lena, vi a Steph, y no, no es que se me haya aparecido el espíritu santo y me haya dicho: "Aria, tú no puedes hacerlo, mira tu novio, él te ama"

Como un pedo que no.

En ese mismo instante, cuando vi a Steph, fue como si la cinta del disco se había rayado y yo pare en seco, de nuevo, él de nuevo estaba haciéndolo, cambie mi rumbo drásticamente para dirigirme hacia donde estaba y lo tome de la camisa, apartándolo de la chica a quien estaba consumiendo su cara hacía pocos minutos.

Steph me miro con los ojos bien abiertos, pero estos se cerraron cuando sintió el impacto de mi mano en su mejilla, sonó tan fuerte que hasta el mismo John, quien estaba a solo unos metros de nosotros, corrió hacia donde yo estaba.

Ahora no solo los celos me invadían, la rabia hacia Steph era muy grande. Sentía como unas cuantas lágrimas se corrían por mi cara, pero yo no quería demostrar debilidad.

La chica que besaba a Steph, me miro asustada y yo le di una mirada furiosa, lo que hizo que ella saliera de allí rápidamente, volví hacia Steph quien se sostenía la mejilla donde le había dado un buen golpe.

- ¡eres el mayor imbécil, Steph! -le grite muy cerca a la cara, estaba borracha, con celos y enojada, una combinación mortal.

-yo... yo -intento defenderse, pero él estaba tan impresionado como yo, nunca reaccionaria de esta forma, siempre salía corriendo para llorar en mi cama.

Pero estaba cansada, lo había perdonada hacia menos de una semana y ya me estaba volviendo a engañar.

Era un estúpido con todas las letras.

- ¿yo qué, Steph? -Volví a decirle -estoy cansada, eres el mayor idiota que he conocido, eres una mierda, ¿Cómo puedes volver hacerlo? ¡Eh, Steph! ¿Cómo es que puedes hacerme daño y luego pedirme disculpas?

Estaba histérica, de pronto, sentí que todo me dolía, estaba borracha y me sentía más cansada.

Me dolía tanto el corazón, el pecho, el alma, no sé dónde se crea el amor, pero yo si amaba a Steph, ¿Qué si estaba enamorada de John? No lo sabía, pero Steph era mi novio, y por más que lo consideraba idiota, lo amaba.

Pero me canse.

De que él lo hiciera, y si tal vez pareciera hipocresía porque yo estaba intentando enamorar a mi profesor, si era parecido a engañarlo a él también.

¿Qué importaba ahora?

Esto, más que nada me demostraba que por mucho que yo creyera amarlo, no era cierto, que si amabas a alguien te dolería engañarlo o mentirle, que si él me amara, no haría lo mismo. Si los dos nos traicionábamos, ¿Qué decía eso de nuestra relación?

Que era un puto asco.

-cálmate, mi amor, estas muy borracha, yo lo si...

-cállate Steph -lo interrumpí, me acerque a él un poco más -eres una mierda, no quiero oírte, mal-di-to... -por cada silaba, le fui dando un golpe en su pecho.

Pero antes de poder seguir agrediéndolo, unos brazos me tomaron por la espalda y me alejaron de allí, en ese instante, note que la música había parado hacia mucho rato y que todos nos miraban impactados.

Los brazos de John me cubrían el pecho, y mis lágrimas seguían corriendo por toda mi cara, me debería de ver como un horrible mapache tuerto.

- ¡suéltame! -le dije, pero John ignoro eso y miro hacia los estudiantes que ahora me miraban con pena.

Imposible quererte, profesor I ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora