capítulo 33. Te descubrí.

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Capítulo 33. Te descubrí.

Termine de vestirme para bajar a la sala, tenía el cuerpo aun temblando y podía sentir el efecto de John en mi cuerpo. Cuando baje las escaleras de mi casa, todo fue diferente, aunque cuando John me vio, sonrio; la mirada de mi madre era seria y hasta enojada, eso hizo que supiera que ella no estaba de buen humor.

—Te haces esperar —comento con furia —John vino a darme noticias, no tan gratas como veo.

Yo no me atreví a mirarlo, sabía que si eso pasaba, prácticamente caería rendida a sus pies y no sería capaz de mantener la seriedad. Mi madre me indico que me sentara, me hice diagonal a John para no tener que verlo, en un sofá para uno. Mi madre también estaba en uno de tres y John en uno de los mismos que yo.

— ¿Cómo te ha ido en las tutorías con John? —pregunto, yo fruncí mi ceño, no sabía de qué venia todo esto.

—Bien, él es un buen profesor —y la verdad era que sí, tenía mucha paciencia conmigo. Más de que nunca le ponía atención, él siempre intentaba que yo entendiera.

Ella asintió, me atemorizaba ver a mi madre en su estado madre, si lo comprenden. Ya que Anna nunca había sido muy estricta como otras madres, ella era más abierta.

—Entonces no estas atenta a sus tutorías —me riño —has perdido el examen más importante, y en cero.

— ¿Qué? —Me levante de mi puesto —pero si...

—lo lamento, Aria —dijo John mirándome, lo sabía porque podía sentir su mirada en mí, yo no me atrevía a cruzar mis ojos con los suyos —pero no había ni una respuesta buena en tu examen, de hecho, nada que se le acercara, tus respuestas eran muy... únicas.

Yo lo sabía, claro que lo eran, y a él eso le daba gracia, me senté de nuevo soltando un suspiro.

—Lo siento, en verdad no puedo con matemáticas —la mirada de mi madre se compadeció, sabía que ella solo estaba actuando como una madre responsable que debía de serlo, y se lo agradecía.

—John dice que con un poco de más atención podrías lograrlo, él también me ha explicado los problemas que has tenido con una compañera y lo de Steph.

Mire a mi madre, yo asentí de acuerdo, aunque eso solo sirviera como para camuflar parte de la verdad, porque no era mentira, eso también había estado llenando mi cabeza, lo Steph y Lena. Que ahora parecían estar más juntos que antes, pero estaba la apuesta, John y todo lo que rodeaba a mi sexy profesor.

—Él está dispuesto a incluir unas clases extras, además de las que le estoy pagando, claro —aclaro mi madre, yo la mire, —así que tendrás que estudiar mucho, él te va a dar la oportunidad de mejorar la nota. Solo tienes que aceptar.

Asentí, después de todo, que más podría hacer. Mi madre sonrio y luego le ofreció a John quedarse a comer pero él negó y se fue. Yo estaba tan ensimismada en lo que había pasado en mi habitación con mi profesor que lo que habíamos hablado con mi madre.

Prácticamente John quería estar conmigo, y eso había sido extraño. Su forma de verme, como me hablaba, él no me había tocado, pero con esas acciones, yo había estado en un estado somnoliento.

En definitiva, algo había cambiado, aun no sabía qué, pero esto ya era más que una apuesta por un carro. Lo peor era que Megan no podría saber esto, ella se enojaría completamente.

(...)

Estaba escribiendo el mensaje mañanero que acostumbraba a mandarle a John, y después de desearle una excelente mañana, vi mi casillero y saque los libros de literatura, por suerte, hoy me encontraba más descansada y estaba dispuesta a seguir según lo que John hiciera, si él quería dejar las cosas así, pues yo seguiría con el plan de Megan, pero si él quería seguir –con algo que no se había iniciado –pues estaba dispuesta a seguir o iniciarlo. Como se dieran las cosas.

—Estas muy feliz esta mañana —escuche su voz irritante —yo estoy más que feliz esta mañana.

— ¿Qué quieres Lena? —voltee a mirarla, ella estaba parada con uno de sus gigante zapatos y sonreía.

La verdad me parecía extraño la chica, ella actuaba como zorra pero luego hacia como si fuéramos amigas. ¿Qué es lo que pretendía?

—Tienes un singular contacto en tu celular —dijo, yo entrecerré mis ojos para verla —te suena, Edna.

Mi corazón latió fuertemente y abrí mis ojos, pero luego tome una respiración, si le demostraba que estaba asustada, ella lo sabría todo.

Pero ¿Cómo lo sabía? Sabía que algo raro pasaba con ella y Steph, sabía que ella había visto mi celular. Que zorra.

—Tranquila cariño, no eres lesbiana —se rio suavemente y luego me miro — ¿sabes lo más extraño de todo? —yo le iba a decir algo, pero ella no me dejo continuar —que el numero sea el mismo de alguien que tú y yo conocemos, y no precisamente se llama Edna.

— ¿de qué hablas? —Parecí inocente, no podía dejarla que viera todo —sabía que estabas realmente loca, no sé quién es Edna.

—Obvio —sonrio ella —pero si conoces a cierto lindo profesor de matemáticas.

—No entiendo lo que hablas, loca —la evadí, mientras cerraba mi casillero —deberías visitar al psiquiatra, eso de ver cosas donde no las hay no es normal.

Ella empuño su mano y esto le había sacado la rabia, su sonrisa dejo su cara y ahora parecía en verdad furiosa.

—Tu y yo sabemos que es verdad —se acercó mucho a mi —y no creo que a tu profesor le interese ver los mensajes con tu amiguita la zorrita, ¿Cómo se llama? Oh si, Megan, eso de una apuesta. —ella negó con su cabeza y sonrio —muy ingenioso.

Yo me aleje de ella, la mire de pies a cabeza incrustándola con mi mirada, ella solo mantenía su pose firme ante mí.

— ¿le dirás? —cedi, no le pediría nada a ella, pero lo negaría todo.

—No sé, eso sería interesante —ella bostezo —John te vería como lo que en verdad eres, un asqueroso insecto, usarlo para ganar un auto, eso es de gente falsa, no creo que él siga teniendo la misma opinión de ti después.

Ella se fue taconeando por el pasillo mientras yo prácticamente temblaba, ella tenía total razón, yo era peor que ella, era más zorra por lo que le estaba haciendo a John.

— ¿estás bien? —Escuche detrás de mí, —estas pálida.

Me costó voltearlo a mirar, la verdad es que ahora mismo me sentía como la mayor zorra de todas, Lena había tenido razón, John cambiaria de opinión al saber todo.

¿Cómo te sentirías que te usaran en una apuesta?

Eso no era bonito, se habían escrito muchos libros acerca de ello, y aunque siempre eran los hombres quienes lo hacían y las chicas se sentían mal, no podía imaginarme como se sentiría mi profesor.

—yo... Umm, tengo clase —con eso me fui, John se quedó alli parado mientras yo me iba.

No tenía la cara para enfrentarlo, Lena me había dado un ultimátum, yo sabía que ella había averiguado todo al leer los mensajes en mi celular, desconocía como había hecho para averiguar que Edna era verdaderamente John.

Pero ahora mismo, ella me había dicho todas las cosas que yo quise mentirme. Pero tenía que ser realista, esto era una apuesta y nada más. Nada de historias de amor o cuentos de hadas.

Lo peor de todo era que me había descubierto, y sabía que Lena no tendría tapujos para contarle todo a John.

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aqui se acaba el maraton!!!! pido disculpas por no actualizar el sabado de hace 15, la verdad no tenia nada escrito y tampoco mucha inspiracion.

creo que en total son ocho capitulos o siete. corrijanme si me equivoco. no pudo hacer los diez, lamentablemente, no por inspiracion sino por tiempo. el colegio y bno.

para la gente de colombia!!! mañana son las pruebas ICFES las del estado saber 11, asi que la gente de colombia por ahi que la tiene que presentar, SUERTE!!!  yo tambien la tengo que presentar... jeje, que pereza. 

bye. bss.

voten y comenten,  quiero saber de donde me leen asi que escriban sus paises. 



Imposible quererte, profesor I ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora