CAPÍTULO 16

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Alexia

—¿Ya viste que eres trending topic? —preguntó Kiara detrás del móvil.

Tosí varias veces, tratando de no ahogarme con el cereal que estaba desayunando. Deslicé el cuenco hacia un lado, apartándolo.

—¿Qué?

—¿No has entrado a Twitter? Bueno, en general, ¿no has visto las redes sociales?

Tecleé la opción de altavoz en la llamada y entré a revisar mis aplicaciones.

Twitter estaba infestado de fotografías —la mayoría de mala calidad— de Andrew, donde se veía paseando por South Bank. Otras fotografías lo mostraban dentro del acuario, en diferentes atracciones.

«Pues muy desapercibido no pasaste» pensé.

Muchos de sus fans habían publicado fotos con él, explicando que se lo habían encontrado en el acuario y contando su experiencia al conocerlo. Describieron lo amable y accesible que fue. Ninguno parecía haber tenido una mala experiencia.

Suspiré, aliviada.

—¡Me habías espantado! —me quejé, aun viendo las imágenes—. Nadie está hablando de mí. Ni siquiera notaron mi presencia. —reí—. Parece que soy un turista más.

—Bueno, claramente porque la gente no te conoce. Pero yo sí, y ya te vi en las fotos, en primera fila. —el sarcasmo irradiaba en sus palabras.

Solté una carcajada.

—Pues a excepción de ti, nadie notó mi presencia.

—Muy raro, la verdad. En todas las fotos infraganti tanto fuera como dentro del acuario apareces tú. Ten cuidado, el fandom no tardará en atar los cabos.

—Ya sé, no se te olvide que formo parte de ese fandom, sé cómo son.

—Cómo somos, se dice. —insinuó con ironía.

Negué con la cabeza, riendo.

—No lo sé... —dije, dubitativa—. Te repito, en las fotos parece que soy un turista más, no creo que me relacionen.

—No subestimes el fandom al que perteneces.

Bufé.

—Tienes razón, debimos ser más cuidadosos. —reflexioné.

—¿No habías dicho que Andrew dijo, y te cito: "no puedo darte un tour por la ciudad como se debe porque la prensa nos captará"

—Alteraste mis palabras —señalé—, pero en esencia, eso fue lo que me dijo. No sé porque cambió de opinión, la verdad.

—Tal vez no le importa que lo vean contigo, que se haga público todo esto.

Solté el suspiro de una risa muy irónica.

—Lo dudo.

—Mmh... Hay algo que no me estás contando. —insinuó y me la imaginé escrutándome con la mirada.

—A ti no se te escapa nada.

—Venga, suéltalo. —alentó, impaciente.

Me removí en la silla, incómoda y comencé a juguetear con la cuchara dentro del cuenco.

—Pues ese día, después de visitar el acuario... terminamos comiendo en mi casa y bebimos, otra vez. Bueno, yo más que él. En fin, como resultado del estupor creado por el alcohol... nosbesamos. —finalicé hablando tan rápido que una parte de mí esperaba que Kiara no me hubiera entendido.

Bajo la luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora