Alexia
—¿Por qué?
De inmediato y sin pensarlo, fue lo primero que salió de mis labios.
No pude ni siquiera disimular un poco el tono de mi voz, porque a juzgar la expresión de Miranda, quien me mira asombrada, puedo prever que seguramente se notó que no lo tomé de la mejor manera.
Y, honestamente, así fue.
No era nada personal en contra de la editorial, pero se suponía que si estaba aquí era principalmente por el libro de Andrew. Sin embargo, eso a nadie parecía importarle. A nadie excepto a mí.
Me sentía frustrada. Estaba segura de que la traducción de este libro podría cambiar mi rumbo dentro del mundo editorial. Podría hacerme alguien de renombre en este mundo y es por eso por lo que me inquietaba toda esta situación.
Estoy haciendo de todo; traduciendo otros libros, pasando manuscritos, pero no había avance con el libro de Andrew. Y se suponía que venía con la finalidad de enfocarme muchísimo más en ese libro, porque era urgente.
—No sé bien porque se haya cancelado, tal vez le surgieron otros asuntos a Fenn.
—Estoy aquí principalmente por ese libro. ¿O me equivoco? —la miré detenidamente y crucé los brazos sobre mi regazo.
—No, estás en lo correcto.
—¿Y entonces? ¿Qué pasa?
—No lo sé, Alexia. —dijo mientras comenzaba a masajear sus sienes con los dedos— Sólo sé que la editorial no tiene nada que ver en esto. O eso creo. A nosotros también nos urge el libro.
—Perdona, creo que estoy a la defensiva. —traté de relajarme— Mira, igual puede que Andrew no tenga tiempo para esto y lo comprendo. ¿Por qué no comienzo a traducir el libro tratando de cuidar a grandes rasgos la interpretación? Y si en algún momento, hay disponibilidad con él para reunirnos, pues que se haga. Y si termino la traducción antes de que una reunión suceda, que alguien más revise mi trabajo o se lo haga llegar a él.
—La razón por la que estás aquí es porque no tenemos a alguien más que revise el libro, Alexia. Y Andrew no podría, no sabe español.
—Bueno, solo intento encontrar soluciones. —suspiré con hastío.
—Y está bien. Mira, hablaré con Ryan y le plantearé lo que acabas de decirme. Seguramente convocaremos una junta para resolver esto. Y de ante mano quiero disculparme en nombre de la editorial por estar haciéndote perder el tiempo.
—Está bien, Miranda. No es tu culpa.
—Iré a hablar con Ryan. Cualquier cambio, yo te aviso.
Salió de mi oficina, dejándome muy estresada.
Sabía que esto de tener reuniones con Andrew por su libro era demasiado bueno para ser verdad.
Decidí que por el momento dejaría a un lado el libro de Andrew. Ya bastante estrés me provocaba el contexto de la situación como para tener cabeza para seguir con su traducción. Opté por tomar aleatoriamente uno de los tres libros que me restaban y comencé a leer el primer capítulo para después traducirlo.
Después de unas cuantas horas, Mat pasó a mi oficina para informarme que habría una reunión en la sala de juntas en quince minutos. No era necesario preguntarle el motivo de la reunión. Estaba de sobra.
Llegué a la sala de juntas y solo se encontraban presentes Mat y Miranda. Me senté a lado de Mat y los tres esperamos en silencio a que llegara Ryan.
Al cabo de unos minutos, Ryan apareció con una expresión en su rostro difícil de describir. Puede que esté cansado, puede que esté cabreado, o una combinación de ambas.

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Bajo la luz
Roman d'amourAquellas personas que estén unidas por el hilo rojo están destinadas a convertirse en almas gemelas, y no importa cuánto tiempo pase o las circunstancias en las que se encuentren, están destinadas a vivir una historia valiosamente vital. Puede que n...