¿Realmente me amas? | Fooligetta

Parte 6 | Entre leyendas

Narrador omnisciente:
Foolish no sabía porque confiaba tanto en Vegetta, algo en él le generaba paz y confianza, algo que hace ya bastante no sentía, además de que su rostro le resultaba algo familiar, quizás estaba enloqueciendo, al fin y al cabo llevaba años sin ver a otro ser vivo además de los pequeños huevos.

-Ya estamos aquí Vegetta, vamos pequeños.

Narra Vegetta:
Estaba esperando en la entrada del castillo, había bastantes árboles y plantas, rosas blancas y rojas, era obvio que Foolish tenía bastante tiempo libre, estaban bastante bien cuidadas para los años que llevaba abandonado el castillo. Pobre chico, solo aquí, bueno, en compañía de sus huevos.
Fui interrumpido de mis pensamientos por este.

-Ya estamos aquí Vegetta, vamos pequeños.

Cada momento que lo veía me parecía más lindo este chico, ahora traía puesto una capucha de tiburón, es que no se puede ser más adorable, además de vestir a los huevitos con atuendos que parecen hechos por él mismo.

-Que lindos quedaron pequeños -dicho esto comenzaron a saltar alrededor mío los huevos- buen trabajo vistiendolos eh príncipe.

-Solo dime Foolish, es raro ser llamado así después de tantos años.

-Bueno Foolish, ¿listo para la aventura?

-¿Todavía me puedo arrepentir?

-Nop, ya no, vamos.

Emprendimos el viaje, con ayuda de un hechizo logré que frente a nosotros se fuera reformando el camino que antes conectaba el castillo con la sociedad, esto para proteger a los huevos de posibles accidentes y mas comodidad al bajar. ¿Por qué no hice esto antes? Me gusta complicarme la vida en verdad.

-Entonces Vegetta, dices que eres hijo de una hechicera, ¿pero quién es ella?

-Se supone que es un mito, pero tú mejor que nadie sabe que los mitos pueden ser reales al final del día -reímos un poco y continúe- bueno, el mito dice que hay un ser que puede crear espontáneamente lo que sea, una magia muy caótica a mi parecer, y por eso es que la llaman la bruja escarlata...

-¿La bruja escarlata? Escuché de ella en el pasado, ¿Cuántos años tiene tu madre? -dijo en tono de asombro.

-¡Ey!, Los suficientes para haberme enseñado a cerrarle la boca a un tótem eh.

-Lo siento, me deje llevar por el momento, entonces, tu madre es la mística bruja escarlata, wow.

-Mejor dicho hechicera, pero sabes cómo es la gente del pueblo que le llama como le da en gana a lo que no comprende.

-Entiendo perfectamente eso...

-¿Y que me dices de ti? ¿Qué hay de tus padres?

-¿Haz escuchado hablar, de la leyenda de los enamorados del karma?

-Solo algunas partes, en el pueblo evitan hablar de ello ¿De que se trata?.

-Bueno, años atrás cuando está tierra era muy joven... Dos jóvenes al verse se enamoraron, uno era un príncipe, ella era una aprendiz de hechicería, ambos jóvenes se sentían encantados, y cada tarde sin falta se veían en los jardines del palacio para ver el atardecer en una de las torres más altas del reino, donde los rayos del sol dan su último adiós, pero al crecer su cariño, desearon permanecer juntos, así que planearon casarse, por supuesto esto no estaba bien visto por la realeza, un descendiente real nunca podría estar con una aprendiz de hechicería. No hicieron caso del riesgo y escaparon, todo el reino se movilizó en búsqueda del príncipe, sin importarles quién dañaran en su camino, el príncipe perdió una mano defendiendo a su amada de un espadazo propiciado por su gente, después de esto, se rindieron, y la hechicera fue encerrada en aquella torre donde tantas veces vio el atardecer con su amado príncipe, a partir de entonces los reyes declararon que el príncipe nunca más saldría del castillo ni cruzaría las fronteras, y él aceptó que jamás volvería a ver a su amada y estarían separados para siempre por el bien de su pueblo.

-¿Y la hechicera? ¿Qué pasó con ella?

-Su poder creció y creció, a niveles inimaginables. Entonces cuando fue suficientemente fuerte, escapó de la torre rompiendo el hechizo puesto por el hechicero real. Pero, al buscar a su amado, descubrió que él ya se había casado, y que tenía un hijo.

-¿Eras tú?

-Así es, la irá cegó a la hechicera y lanzó una profesia...

Este pequeño príncipe crecerá y gozará de gran belleza y carisma, amado por todo quién lo conozca, pero, al cumplir los 21 años su hermano intentará arrebatarle lo que es suyo por ley y le será arrebatado lo que más ame en el mundo...

-Ahora entiendo tu recelo hacia los hechiceros. -rio el de ojos esmeraldas ante mi comentario.

-Bueno, ahora me comprendes.

-Y vaya que si, oye y tu hermano ¿Si intentó quitarte lo que era tuyo por ley?

-Bueno, si intentó quitarme el trono, y aquí va una segunda historia, la leyenda de "Los siete reinos"

-Joder, tu familia está rodeada de leyendas eh.

-Es una familia "real" no podíamos esperar menos -reímos juntos- bueno a lo que iba, cuenta la leyenda, que hace ya bastantes años existieron siete reinos, todos eran gobernados por un justo y bondadoso rey y su reina la cual era muy hermosa y el ser más bondadoso y cálido que haya pisado estás tierras, los reyes tenían dos hijos el mayor era tal y como su padre, amable, carismático, bien parecido en todos los aspectos, pero, el menor era todo lo contrario, cruel y egoísta, por suerte el mayor estaba destinado a reinar. Pero está leyenda no es de una historia en la cual vivieron felices para siempre, no, es la historia de la lucha entre estos hermanos al fallecer su padre, por el control de los siete reinos, pues el menor creía merecer la corona de plata. En esta lucha los reinos se dividieron en dos, hermanos contra hermanos, dragones contra dragones, magos contra magos. Para cuando terminó, miles habían muerto, fue un desastre para los reinos aledaños también. Nunca pudieron recuperarse.

-La leyenda de los siete reinos... Si lo hubieras visto desde otra perspectiva, ¿Qué bando elegirías?

-No elegiría a ninguno, al final de todo, elegir un bando fue lo que desató la guerra.

-ya veo, y ¿Por qué lo hicieron leyenda?

-La gente tiende a llamar "leyenda" a aquello que se niega a recordar.

-Cierto... Aquel que niegue su historia está condenado a repetirla..

-Solo espero esta historia sea la excepción.

-Oye ¿y por qué si tu madre si seguía viva no evito esa guerra entre hermanos?

-Oh vaya que lo intentó, pero la avaricia de mi hermano hizo que cometiera algo imperdonable, dio la orden de que la asesinaran... -vi como lágrimas quisieron salir de esos lindos ojos esmeralda.

-¿A su propia madre?, Vaya familia te cargabas eh.

-Lo se, y ahí no terminaron mis desgracias.

-Ay pobre, de una a otra, y yo quejándome de que mi pasta quedó espesa. -dije para romper la tensión recibiendo una sonrisa de parte del tótem.

-Ya bueno, el resto de la historia te la sabes, y heme aquí.

-Siento mucho que hayas tenido que pasar por todo eso Foolish...

-Bueno, supongo que era algo que tenía que pasar.

-Tal vez, pero ahora yo te protegeré con mi vida -¿Por qué dije eso? Foolish se sonrojó, y yo también siento mis mejillas ardiendo- al final, esa es mi función su majestad, servir a la corona...

-G-gracias Vegetta... Espera ¿ese es el reino?

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