Había estado viéndolo tan fijamente por un tiempo algo largo ya que en otras circunstancias me quitaría enseguida de encima suyo, pero sus ojos eran tremendamente bonitos aún más de cerca, el chico se había sonrojado al parecer noto mi embobada con él.
- Oh perdona Foolish -me quité de encima suyo y quedamos sentados en el césped.
- Don't worry, los accidentes pasan.
- Gracias... por regalarme un día tan increíble, el simple hecho de estar aquí, contigo... sin pensar en otra cosa, es increíble para mí.
- No es nada Vegetta, para eso estoy. Siempre te ayudaré.
Narrador:
Aquellas palabras hicieron que Vegetta recordase el por qué en un principio le comenzó a atraer Foolish, sin importarle nada más, solo ellos dos. Volvía a ver aquella bondad que vio en un inicio en él. Seguía sin entender de donde salía aquello que decían que era alguien malcriado, egoísta y poco amable.
- Foolish, muchas gracias...
- ¿Gracias? ¿Por qué?
- Has traído bastante felicidad a mí el día de hoy, hace mucho que no me relajaba tanto con alguien, además me la paso de lo mejor contigo.
- Alguien como tú merece eso y mas Vegetta.
- Sabes, desde que llegaste al pueblo los habitantes hablan bastante de ti, les caes bastante bien al parecer.
- Bueno, intento no repetir mis errores del pasado.
- Sigo sin entender de lo que hablas.
- ¿Recuerdas aquel conflicto con mi hermano? Bueno, pues al morir mi madre y darle castigo a ese estúpido, caí en una gran depresión, organizaba banquetes para intentar no pensar en mis desgracias, pero en ese proceso de fiestas, banquetes y viajes, me rodee de malas compañías, comenzaron a convertirme en uno de ellos, cruel, avaricioso... y pues gracias a ello, paso lo que paso, estábamos en uno de los tantos banquetes y llegó aquella hechicera.
- Ya veo, pero has cambiado, eso es admirable.
- Supongo que me di cuenta de que no podía seguir teniendo aquella actitud que me hizo estar en esta situación.
- Por algo te has ganado mi respeto muchacho, además de las cosas tan geniales que haces.
- Oh vamos, no es nada.
- Oye... estamos cerca del lago ¿no?
- Técnicamente.
- Ven, sígueme.
Juntos aquellos jóvenes llegaron al lago, estaba por anochecer y el sol estaba dando sus últimos rayos de luz.
- ¿Listo Foolish?
- ¿Listo para...?
El príncipe no pudo terminar aquella frase cuando comenzó a ver luciérnagas, bastantes de ellas, volar sobre aquel lago, que junto con los rayos del sol creaban un espectáculo sin igual.
- A que es lindo ¿no?
- Es precioso.
- Pero no tanto como tú...
Esto ultimo lo dijo el mago murmurando más para sí mismo que para el príncipe, por lo que este no pudo escucharlo. Aquel día se había convertido en el mejor para ambos, algo que añoraban hace ya bastante tiempo.
- Sabes... después de tantos años, jamás me hubiera imaginado en un lugar tan bonito, mucho menos con un mago, dadas las circunstancias.
Vegetta ni siquiera le prestó atención del todo a aquel comentario, estaba disfrutando aquel momento junto con el tótem, aunque el ver su rostro con aquella luz que irradiaban las luciérnagas, para él era un espectáculo aún más hermoso.
- ¿Vegetta?
- Oh, si, bueno, creo que ambos nunca imaginamos esto, de todos modos, para mí ha sido increíble pasar el día contigo.
- Lo mismo digo, espero podamos repetirlo en más ocasiones.
- Cuenta con ello.
Y así estuvieron bastante tiempo observando aquel espectáculo y conversando hasta que anocheció por completo y ambos quisieron dormir, por lo que Vegetta preparó el campamento junto con Foolish ayudando un poco.
Mientras tanto en el pueblo...
Willy estaba preparando la cena tanto para él como para Leo, y de pronto escuchó una voz.
- Bueno, bueno, Wilfred...
- ¿Quién anda ahí? -desenfundo su espada para defenderse.
- Que violencia la de todos joder, que solo me gusta visitarlos -dijo saliendo aquel tipo de las sombras.
- ¿Rubius? ¿Qué haces aquí rata? Aquí no eres bienvenido.
- Yo sé donde no soy bienvenido Willy, no es necesario que lo digas, que sillas más cómodas tenéis.
- Si no te largas ahora mismo te voy a...
- Hey, que solo vine a mostrarte algo mal agradecido -dijo para sacar un espejo, aquel espejo que Vegetta había encantado anteriormente- creo que haberte comprometido tan pronto ha sido un error.
- ¿De qué demonios hablas?
- Bueno de que a mi me parece que alguien más tiene el corazón de tu amado mago, muéstrame a Vegetta -el espejo hizo lo propio mostrando a aquellos jóvenes conversar y reír en la fogata de su improvisado campamento, se les veía bastante felices por cualquier lado que lo vieses.
- No... él me lo prometió...
- Bueno, no se puede ser de palabra y el mago más poderoso y apuesto ¿no crees Willy?
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¿Realmente me amas? | Fooligetta
FanfictionÉrase una vez en una tierra lejana, un joven príncipe vivía en un hermoso castillo teniendo todo lo que pudiese querer y desear, pero una decisión haría que su vida cambiara para siempre... quedando así atrapado en una maldición de la cual solo podr...