¿Realmente me amas? | Fooligetta

Parte 33|Siempre fuiste tú

Pasaron los meses y aquellos jóvenes no hablaban más que un saludo y una despedida cordial al hacer entrega de su hija para que pasara tiempo con ambos...

Pero un día Vegetta se puso a pensar mientras recogía materiales para sus pociones, hacía tantos años ya que conocía a Willy, y él ha estado para él siempre que lo he necesitado, en las buenas y en las malas. Y recordó aquella conversación con Luzu...

- El reino entero quisiera verte casado con la persona de tus sueños.

- Debe andar en algún lugar, solo que... todavía no la encuentro.

¿Y si todo el tiempo estuvo frente a él? ¿Cómo es que nunca lo había visto? Él era lo que Vegetta buscaba, alguien fiel, que le acompañara en sus locuras y rieran juntos, pero que también estuviera en sus momentos de tristeza. Él era el indicado. Al regresar a casa fue directamente a buscarlo.

- Oh hola Vegetta, mira encontré...

- Willy, ¿tú me quieres?

- ¿Qué dices?

- ¿Me quieres willy?

- Bueno, he estado contigo en cada locura, como para no quererte eh.

- Pero no de esa forma, no de la forma habitual...

- Oh, ya veo, pareces estar confundido tío, igual y si te doy algo de espacio.

- No Willy, es que no lo entiendes, todo este tiempo he sido un alma en pena, apenas hablaba con alguien, creí encontrar el amor que tanto esperaba, pero no fue así, y creo que tú eras a quien yo esperaba, y tonto fui de no darme cuenta de que siempre te tuve a un lado, siempre vi aquella foto juntos de hace años cada vez que estuve en aprietos. Cuando nada a mi alrededor tenía sentido y el aire se volvía pesado apareciste tú siempre.

- ¿Estás drogado?

- Quizás enamorado, solo quiero saber si tú sientes lo mismo.

- Vegetta esto es nuevo para mí.

- Lo sé e igual para mí -hizo aparecer una rosa- Willy, sabes que toda la vida me criaron para ser un líder, y me gustaría que tú me acompañases en esto, no puedo hacerlo sin ti -el de ojos violetas tomó su mano- prométeme que estarás conmigo pase lo que pase, que si las cosas van mal estarás ahí para darme la mano.

- Si me quiero quedar Vegetta, pero ambos sabemos que tú ya no sabes amar...

- He sido muy estúpido lo sé, pero estoy dispuesto a hacer las cosas bien contigo, te ofreceré todo lo que tengo, y cada día esperaré por ti, sabes que una sonrisa puede gobernar un imperio, pues tu sonrisa ha gobernado mi corazón, quiero que creemos nuestra historia de amor.

- Está bien Vegetta, Intentémoslo.

Willy había aceptado el amor de aquel chico, pues en el fondo sabía que realmente no era a quien amaba, pero no quería que en su soledad le entregara su amor nuevamente a alguien que no lo valorara. Aunque aceptaba que cuando más joven sí que llegó a gustarle un poco Vegetta, pero siempre fue consciente de que solo eran amigos, nunca considero la posibilidad de estar juntos, solo esperaba que esta situación no despertara aquellas viejas emociones.

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