Parte 42|¿Gobernar?

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Al terminar de curar al príncipe sabía que era momento de regresar a casa, aunque para ser sinceros era algo que no quería.

- Foolish, debo regresar al pueblo e informar a Maximus de lo que hemos encontrado, ¿estarás bien?

Vi como el rostro de este pasaba de una expresión cálida y feliz a una de tristeza, pero algo de resignación.

- Oh OK, cuídate Vegetta, espero verte pronto.

- Cuenta con ello muchacho, ¿tienes el radio que te di?

- Oh si, toma.

- No, quédatelo, si me necesitas, llámame con él, bueno, debo irme, cuídate Foolish.

- Igual tú.

Me dirigí a casa de Maximus y al llegar me encontré con Willy...

- Hombre Vegetta, si que ha tardado esa misión.

- Es cierto, hubo varias complicaciones.

- ¿Complicaciones de ojos color esmeralda acaso? -dijo Willy en tono frio.

- ¿Qué dices?

- Estaba contándole a Maximus que nuestra boda será en dos días.

- ¿Dos días?

- Si, ¿no eras tú quien quería casarse cuanto antes?

- Bueno es que...

- ¿O acaso hay algo o ALGUIEN que lo impida? -dijo haciendo énfasis en la palabra "alguien".

- No claro que no, solo esperaba que las cosas se calmaran un poco para poder realizar la boda debidamente.

- No te preocupes, al casarnos yo te ayudare a gobernar estas tierras.

- ¿Gobernar?

- Se han cumplido ya los años suficientes para que la gente te acepte a ti como su rey, de hecho, están preparando un banquete para ello, príncipe Vegetta.

- ¿Yo? ¿Rey? Eso no puede ser, Foolish será el rey, no le quitare su puesto.

- ¿En serio crees que quieran a un tótem como rey?

- Si logramos romper su hechizo...

- No se romperá, recuerdo que dijiste que solo se rompería con su verdadero amor, quién podría amarlo por favor Vegetta.

- Cállate Willy, no permito que hables así de Foolish.

- ¿O qué? No entiendo porque lo proteges tanto.

- No lo entenderías, vete por favor, necesito hablar con Maximus.

- No le veo problema a que este presente.

- Vete.

Al escuchar esto Willy se fue con un gesto de enojo y azotando la puerta al salir.

- Lamento que hayas tenido que ver eso Maximus.

- No te preocupes Vegetta, ¿cómo les ha ido en la misión?

- Hubo algunas complicaciones como ya dije, pero hemos encontrado el spawn de donde salían esas cosas. Debería estar arreglado el problema por algún tiempo.

- Es bastante extraño todo esto, y ahora con tu repentina boda...

- No habrá boda.

- ¿En verdad? A Willy se le veía convencido.

- Maximus, sabes, creí que esa idea de la boda era increíble, pero de un día a otro me di cuenta de que mi corazón le pertenecía a alguien más.

- ¿Acaso esa persona es Foolish?

- Ya no puedo negarlo ¿cierto?

- Bueno quizás a mí, pero no a todos los demás, se te ve feliz con Willy, pero no de la misma manera que con Foolish, solo que no sé porque hubo un tiempo en que parecía molestarte.

- Lo sé, ni yo me lo explico, ¿es cierto lo que dijo Willy?

- ¿Sobre la coronación?

- Joder entonces va en serio.

- Vegetta, la ley dicta que...

- La ley, la ley, estoy harto de todo eso, dicta tantas estupideces.

- Bueno es cierto, pero dicta que, al pasar 120 años sin soberano, cosa que se cumple la próxima semana, el pueblo deberá elegir un gobernante, y el pueblo te ha elegido a ti Vegetta.

- Pero yo no puedo, ese titulo es de Foolish, no se lo arrebatare.

- Intenta hablarlo con él, puede proclamarse rey antes de que se cumpla el tiempo, entonces el trono seguirá siendo suyo.

Narrador:

Mientras estos conversaban Willy, que había escuchado toda aquella conversación decidió ir al castillo de Foolish, tocó la puerta y el tótem no tardó nada en abrirle pues pensaba era aquel mago que horas antes lo había dejado en su castillo.

- No tardaste en... oh, hola, Willy.

- ¿No soy a quien esperabas principito?

- ¿Qué haces aquí?

- Tú y yo habíamos tenido una conversación ¿recuerdas? "No tengo esas intenciones", si como no.

- Willy yo...

- Solo has traído problemas a la vida de todos aquí en Karmaland, es muy egoísta de tu parte el pretender que todos te amen solo por ser el principito encantado.

¿Realmente me amas? | FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora